ESTADOS UNIDOS.- El actor Matthew Perry terminó con su novia, Molly Hurwitz, una agente literaria de 29 años, con quien llevaba más de tres años de relación. La pareja se había comprometido el pasado mes de noviembre, pero el siguiente paso, que era pasar por el altar, no sucederá.
“A veces, las cosas simplemente no funcionan. Y esta es una de esas. Le deseo a Molly lo mejor”. Con estas declaraciones en exclusiva la revista People, el actor, de 51 años, confirmó su separación.
Era la primera vez que Perry se comprometía y que iba a pasar por el altar, , aunque el actor acumula un largo historial de romances. Entre ellos, uno de los más sonados fue el que protagonizó con Julia Roberts, a quien conoció en el rodaje de “Friends” y con quien mantuvo un romance entre 1995 y 1996. A la lista se sumaron después nombres conocidos como el de Neve Campbell, Lauren Graham o Lizzy Caplan.
Esta ruptura se produce a los pocos días de que se emitiera el capítulo del reencuentro de los protagonistas de “Friends”, 17 años después de que finalizara la serie.
Su apariencia en el especial y sus problemas para hablar dio pie a todo tipo de especulaciones sobre la salud del actor, obligando al productor Kevin Bright a pronunciarse al respecto durante una entrevista a The Hollywood Reporter. “Él parece más fuerte y mejor que la última vez que lo vi”, respondía Bright al respecto.
El director de “Friends: The Reunion”, Ben Winston, también ha defendido al actor. “La gente a veces puede ser cruel. Ojalá no lo fueran”, afirmó. “Estuvo genial”, dijo Winston al citado medio sobre el paso del intérprete en el especial de HBO Max, que se estrenó el jueves pasado. “Me sentí feliz y afortunado de dirigirlo en una oportunidad como esta”, añadió.
Perry, quien estuvo entrando y saliendo de rehabilitación de 1997 a 2001 por sus adicciones, reveló años atrás que tenía recuerdos “borrosos” del período entre la tercera y la sexta temporada del exitoso programa de TV, en el que interpretó a Chandler Bing.
En sus inicios, el actor quiso ser un actor de éxito, pero también ansió la fama que acompañaba a ese éxito. “Quieres llamar la atención, quieres dinero y quieres el mejor asiento en el restaurante”, confesaba a The New York Times en 2002. En la cima de su carrera, Perry cayó en las drogas y en el alcohol. “No me volví sobrio porque tenía ganas, sino porque estaba preocupado de morir al día siguiente “, se sinceraba en la misma entrevista.
En 2013, la estrella de Hollywood habló por primera vez sobre su dura batalla contra el alcohol y los analgésicos, de los que hizo adicto tras un accidente de esquí acuático. “No podía parar”, dijo el actor a la revista People. “Con el tiempo las cosas se pusieron tan mal que no podía ocultarlo, y entonces todo el mundo lo sabía”.
“Soy una persona reservada, pero estaba en un programa que lo veían treinta millones de personas. Era público lo que me estaba sucediendo”, reconoció en su momento. Recorrió un largo camino para conseguir recuperarse y estar “libre” de todo tipo de sustancias, teniendo que ingresar hasta dos veces en rehabilitación: “No se puede tener un problema de drogas durante 30 años y luego esperar que se solucione en 28 días”.
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