REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Ghislaine Maxwell, la heredera británica acusada de ayudar al millonario fallecido Jeffrey Epstein en una trama de tráfico sexual de menores, y presa en una cárcel de Brooklyn (Nueva York), ha dejado la celda de aislamiento y puede recibir visitas, según dijo este viernes su familia a The Telegraph.
Su hermano, Ian Maxwell, dijo a ese medio británico que la acusada ahora comparte celda con otras presas después de lo que considera casi dos años de «tortura» en una celda de confinamiento solitario en el Metropolitan Detention Center de Brooklyn desde su arresto en el verano de 2020.
Maxwell, de 60 años y considerada el brazo derecho de Epstein, fue hallada culpable de tráfico sexual de menores el pasado diciembre en un juicio por jurado en Nueva York, así como de tres cargos de conspiración que recientemente han sido reducidos a uno, y tiene cita para recibir una sentencia el 28 de junio.
La acusada, que afronta un máximo de 55 años de prisión, perdió la semana pasada una moción para que se anulara el juicio después de que un miembro del jurado revelara que era superviviente de abuso sexual infantil y que eso le había influido a la hora de calibrar los testimonios de las víctimas y valorar el veredicto.
Tras su arresto en una lujosa propiedad del estado de New Hampshire en julio de 2020, en la que evadió a la Justicia durante meses, Maxwell ha estado detenida preventivamente en una celda solitaria con condiciones tan estrictas que su defensa las comparó con la del psicópata Hannibal Lecter en la película «El silencio de los corderos».
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