El aplazamiento de la Décima Cumbre de las Américas prioriza la efectividad del foro y la participación de nuevos gobiernos.
Santo Domingo.– La decisión del MIREX de posponer la Décima Cumbre de las Américas es una medida sensata dadas las circunstancias.
La región atraviesa tensiones políticas y los recientes eventos climáticos han afectado la capacidad de varios países para participar plenamente.
Aplazar el encuentro permitirá que el diálogo sea más representativo e inclusivo, incorporando a nuevos gobiernos y garantizando mejores condiciones logísticas.
Aunque la decisión implica ajustes y desafíos, demuestra prudencia al priorizar la efectividad del foro sobre la urgencia de celebrarlo.
Es preferible una Cumbre sólida y participativa el próximo año que un evento apresurado y limitado en alcance.