REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Un joven de 15 años asesinado el sábado pasado por la noche en una calle de Madrid tras una pelea entre las bandas latinas Dominican Don’t Play (DDP) y Los Trinitarios estaba vinculado a esta última, confirmaron a Efe este martes fuentes policiales.
Los investigadores aún no han podido determinar su pertenencia total a dicho grupo, aunque sí han averiguado que portaba un machete cuando ocho jóvenes, con cuchillos y otras armas blancas, lo atacaron y uno de ellos le propinó un machetazo mortal en el pecho.
Fuentes próximas a la investigación también indicaron que la víctima tenía varios antecedentes penales.
Las indagaciones policiales siguen su curso para localizar a los autores del crimen, ocurrido a las puertas de la discoteca Independance Club, en el número 127 de la céntrica calle de Atocha, donde se celebraba una fiesta para menores de 16 años.
Fue entonces cuando un grupo de jóvenes armados, presuntamente miembros de Dominican Don’t Play, atacaron a la víctima, que entró en parada cardiorrespiratoria tras recibir la puñalada.
Los equipos sanitarios intentaron reanimarlo durante 30 minutos, pero sin conseguirlo.
Las fuerzas de seguridad sí detuvieron la misma noche del sábado a dos personas, un español de 20 años de origen sudamericano y un ecuatoriano de 27, como sospechosos de la muerte de otro joven de 25 años en un parque del barrio madrileño de San Fermín, en otra agresión atribuida a reyertas entre bandas latinas, como principal hipótesis.
Otro chico de 17 años resultó herido muy grave en el barrio de Montecarmelo, cuando un grupo de menores que escuchaban música y bebían fue atacado por diez jóvenes también con machetes.
La portavoz del Gobierno español, Isabel Rodríguez, mostró hoy preocupación por estos sucesos, pero incidió en que «España es uno de los países más seguros del mundo y también lo es la capital».
Sin embargo, la ONG Movimiento contra la Intolerancia denunció, en un comunicado, un «importante déficit» de investigación policial en el caso de las bandas latinas, así como una «escasa sanción efectiva» a los menores que cometen delitos penales graves en el seno de estos grupos organizados.
Según indicaron ayer fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, no hay un repunte de la actividad de estas bandas juveniles, un problema que, en cualquier caso, siempre preocupa a las fuerzas de seguridad.
De hecho, la Policía puso en marcha en diciembre pasado la operación Hispano para intensificar el trabajo contra estos grupos.
Ahora, esta estrategia se va a rediseñar para ver dónde se tiene que intensificar la intervención policial, si bien se reclama una mayor vigilancia e implicación por parte de los padres y de los educadores para que los menores no se integren en estos grupos.
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