VERÓN.- El niño de ocho años de iniciales C.C.A., quien fue torturado hasta morir por su tía, en el distrito municipal Verón, Punta Cana, provincia La Altagracia, tenía solo ocho meses viviendo en la casa de la confesa verduga Carmen Jiménez, según Victoria de los Santos, bisabuela del menor.
La tía reveló en su testimonio que las heridas halladas en el cuerpo del pequeño fallecido ocurrieron tres veces en diciembre. Según narró, el menor vivía con ella desde agosto del 2023 debido a que su padre Santiago Colomé Jiménez, se lo entregó para que lo cuidara.
En el testimonio agrega que el pequeño vivía en Santiago, con su otra hermana Altagracia Jiménez, porque su hermano se lo había entregado a ella primero, pero, desconoce la razón por la que esta se lo volvió a entregar.
A su vez, De los Santos, la bisabuela, agregó que aparentemente la tía lo tenía amenazado, debido a que cada vez que hablaba con la madre mediante el teléfono, este le decía que se encontraba bien.
“Yo soy la abuela de la madre del niño y la creé desde que tenía dos años, era bisabuela de él, y ella (madre del menor), tiene cinco hijos más por lo que se lo entregó al papá y este no podía atenderlo porque trabaja y le pagaba a la hermana 12 mil pesos para que se lo cuidara”, manifestó.
La señora definió al niño como humilde, manso y muy inteligente. Entre llantos confesó que el padre del menor puso su confianza en su hermana para que esta lo atendiera, y cuando él acudía a la casa para saber de su hijo, ella se lo negaba y le decía que no estaba en la residencia o que estaba en la escuela.
Por su parte, la madre del niño, Yennifer Álvarez Pérez, salió del tribunal entre llantos, por lo que no habló con la prensa.
El menor fue velado este lunes en la residencia de la bisabuela en el sector Villa Esperanza de Higüey, y fue sepultado a las 5 de la tarde de ese día en el cementerio el Buen Pastor.
Como medida de prisión preventiva, un tribunal impuso 18 meses a la tía Cristina Jiménez. La misma medida se impuso contra González Valencio Rojas, pareja de la mujer.
El caso fue declarado complejo por la jueza Francis Reyes Diloné del Juzgado de Instrucción de la Oficina de Atención Permanente del Distrito Judicial de La Altagracia.
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