PARÍS.- Cientos de aficionados del País Saint-Germain (PSG) le esperaban este lunes en el aeropuerto de Le Bourget. Falsa alarma. Otros hinchas se han congregado en las inmediaciones del Parque de los Príncipes. De momento, en vano. Leo Messi se hace esperar, mientras los rumores sobre la fecha de su llegada crecen.
Según confirmaron a EFE fuentes de la Prefectura de la Policía, «la llegada más probable» en Le Bourget será mañana, martes, aunque las mismas fuentes no precisaron el horario. Un aterrizaje de La Pulga en la noche de este lunes es muy poco probable.
A pesar de que se da por hecho (40 millones limpios por dos temporadas y una opcional), el seis veces ganador del Balón de Oro aún no ha rubricado el acuerdo, de acuerdo a fuentes locales. No obstante, los empleados del PSG ya están avisados de la llegada del crack argentino.
En las inmediaciones de Le Bourget, a 17 kilómetros al norte de París, un equipo de EFE presenció la impaciencia de los hinchas que procuraban ver a Messi.
Mehmbt, de 16 años, llegó a las dos de la mañana de este lunes, acompañado de su hermano mayor y ha dormido en el coche para intentar hacerse una foto con él: «Es una leyenda. Que venga a París ha sido una sorpresa, pero también un sueño», cuenta a EFE.
El vuelo privado de Messi se retrasaba. Rumores lo situaban primero a la 13 hora local, luego a la 13:30h. Algunas informaciones en las redes adelantaban que el astro argentino ya había aterrizado en París. Nada confirmado.
La agitación pasó entonces en los alrededores del estadio del Parque de Los Príncipes, en el sudoeste de París. Allí, jóvenes ataviados con las camisetas del PSG gritaban «Messi, Messi» sin descanso.
El jugador de los 672 goles en 778 partidos con el Barcelona podrá formar un equipo de ensueño, una suerte de reedición de los galácticos del Real Madrid en la década de los 2000.
«Con Messi, Neymar, Mbappé, Di María, Marquinhos, Verratti y todo el equipo, estamos obligados a soñar», recalca otro hincha, llamado Hugo, sobre la voluntad de los dueños cataríes del PSG de triunfar más allá del campeonato nacional y de hacerse por fin con la Liga de Campeones.
Se unen este año a esta formidable nómina Sergio Ramos, procedente del Real Madrid, y Gianluigi Donnarumma, de Milan.
En caso de que se confirme el aterrizaje de Messi, el argentino pasará por el Hospital Americano de Neuilly, donde, como confirmó EFE, pasará el obligatorio reconocimiento médico.
A continuación, se producirá la comunicación oficial del club y la presentación. En 2017, por el fichaje de Neymar, la torre Eiffel dio la bienvenida al jugador brasileño.
También se desconoce qué número portará la Pulga. El 10 que ha llevado casi toda su carrera es de su amigo y antiguo colega en el Barça Neymar.
Intentos para frenar el fichaje
El fichaje no ha agradado a todo el mundo en Francia. Un grupo de socios de una peña de Lyon ha presentado este lunes demandas de suspensión provisional ante la justicia civil y administrativa para frenar la operación.
«En términos de derecho vamos a acabar ganando, el problema es que lleguemos demasiado tarde, si Messi ya ha firmado cuando se pronuncie la Justicia. Entonces podrán haber sólo sanciones retroactivas», explicó a EFE el abogado Juan Branco.
Los demandantes alegan que el PSG violará las reglas del «fair-play financiero» con un eventual fichaje de Messi (equilibrio entre gastos e ingresos) y ven una «distorsión» de la competencia entre la Liga española y la francesa.
«La Liga de Francia ha decidido posponer las sanciones a los que no cumplen esas reglas a 2023, osea después del mundial de 2022 de Catar. Hasta entonces el PSG puede hacer lo que le dé la gana, mientras que el Barça tiene que acatar esa normativa», denunció Branco, quien anunció también una queja ante la Comisión Europea (CE).
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