REDACCIÓN.- Después de meses de recorrido, 1.500 migrantes que conformaban una caravana llegaron este lunes al norte de México para entregarse a las autoridades de la patrulla fronteriza y solicitar asilo político en Estados Unidos. En su travesía, fueron secuestrados en el norteño estado de Durango, por grupos de la delincuencia organizada.
Camiones que venían de la Ciudad de México entregaron a los refugiados a miembros del crimen organizado. Estaban hacinados en una casa, en esa entidad, donde les pedían dinero para su liberación.
En uno de los boletos, que conservaba una de las víctimas, se lee la fecha de salida de Ciudad de México el 4 de diciembre.
Agentes de la Guardia Nacional hicieron un operativo, donde fueron liberados y posteriormente escoltados los migrantes para que llegaran hasta su destino en la fronteriza Ciudad Juárez, donde cruzaron en masa el Río Bravo.
«Se nos solicitó apoyar, recibimos a grupos familiares, dentro del centro integrador damos vinculación laboral, todos los que ingresan pueden tener un empleo formal. Ahorita llegan 3 camiones, con 600 personas. Son familias principalmente de Ecuador y Nicaragua, aquí en este albergue habrá dispersión de personas porque no caben todos en este lugar», declaró a EFE Ana Laura Rodela, coordinadora general del Centro Integrador para el Migrante Leona Vicario.
A pesar del abrigo de diferentes albergues de la ciudad, los más de 1.000 indocumentados se entregaron a las autoridades estadounidenses pensando que así podrían arreglar su situación migratoria, desconociendo las probabilidades de deportación que pueden tener. Con la esperanza de cumplir su sueño, cruzaron en masa.
Quitándose su calzado, hacían largas filas, un fenómeno no visto antes -en tales dimensiones-. Tomaban a sus hijos con ellos para poder atravesar y entregarse a las autoridades norteamericanas.
Uno de los migrantes, Oscar Sánchez, proveniente de Nicaragua, dijo: “Tengo miedo y tristeza, nos agarró un cartel en Durango y nos dijeron que nos llevarían a migración. Estábamos secuestrados, era gente armada, fueron cinco días así, hasta que nos ayudaron los de la Guardia Nacional».
Señaló que el deseo de la mayoría es cruzar a Estados Unidos, no el de quedarse en México, y siguen con miedo de que les pueda pasar algo de nueva cuenta.
Otro caso es el de Raúl, originario de Ecuador. “Agradezco a las autoridades que nos ayudaron a poder llegar hasta acá, queremos lograr nuestro sueño», dijo.
El fenómeno de la migración en México continúa en aumento, convirtiendo al país en el tercero del mundo con el mayor número de solicitudes de refugio y asilo. En 2021 la República Mexicana contaba con más de 131.000 solicitudes de refugio ante el Instituto Mexicano de Migración, de las cuales solo 38.000 han sido resueltas.
La región vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) detuvo en el año fiscal de 2022 un número inédito de más de 2,76 millones de indocumentados, una cifra que incluye incrementos sustanciales en las capturas de cubanos y venezolanos.
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