Naciones Unidas.- La mitad de los niños de entre 6 meses y 2 años de edad de 91 países no reciben el número mínimo de comidas recomendadas al día, mientras que dos tercios están privados de la dieta variada que necesitarían para desarrollarse adecuadamente, denunció este miércoles el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en un informe.
«Los resultados del informe son claros: en una etapa en la que hay mucho en juego, millones de niños pequeños sienten la amenaza del fracaso», dijo la directora de Unicef, Henrietta Fore, citada en un comunicado que insta a la comunidad internacional a esforzarse para revertir esta situación.
Fore insistió en que una dieta nutricional pobre durante los primeros dos años de vida puede «dañar de manera irreversible el cuerpo y el cerebro de los niños en rápido crecimiento, lo que afecta a su escolaridad, a sus perspectivas laborales y a su futuro».
Unicef publicó este documento en la víspera de la celebración en la ONU de una Cumbre sobre Sistemas Alimentarios, una cita virtual que la organización lleva preparando más de un año y en la que se esperan compromisos de numerosos gobiernos para transformar la forma en la que se produce, procesa y consume comida.
La directora de Unicef se lamenta de que se ha avanzado poco en los últimos años «para proporcionar el tipo adecuado de alimentos nutritivos y seguros» que necesitan los más jóvenes, a pesar de que esta situación se conoce durante años.
El informe advierte, además, de que el aumento de la pobreza, la desigualdad, los conflictos, los desastres relacionados con el clima y las emergencias sanitarias están contribuyendo a desatar una crisis nutricional entre las generaciones más jóvenes «que ha mostrado pocas señales de mejora en los últimos diez años».
En concreto, Unicef especifica que un análisis realizado en 50 de esos 91 países estudiados ha revelado que los patrones de mala alimentación de los más pequeños se ha mantenido sin cambios en la última década.
Además, la pandemia de la covid-19 ha hecho que el porcentaje de niños que consumen el número mínimo de comidas recomendado cayera en un tercio en 2020, comparado con 2018.
Como ejemplo, el organismo cita que la mitad de las familias de la ciudad de Yakarta, en Indonesia, se han visto forzadas a reducir la compra de comida.
«Los niños llevan las cicatrices de una mala dieta y unas malas prácticas de alimentación de por vida. La ingesta insuficiente de nutrientes que se encuentran en verduras, frutas, huevos, pescado y carne, que son necesarios para apoyar el crecimiento a una edad temprana, pone a los niños en riesgo de un desarrollo cerebral deficiente, aprendizaje débil, baja inmunidad, aumento de infecciones y, potencialmente, la muerte», alerta Unicef.
Para mejorar esta situación, el organismo de la ONU insta, entre otras cosas, a incentivar la producción, distribución y venta de productos ricos en nutrientes para aumentar su disponibilidad y asequibilidad.
Además, propone la implementación de normas y leyes estatales «para proteger a los niños pequeños de los alimentos y bebidas procesados y ultraprocesados que no son saludables, y poner fin a las prácticas comerciales nocivas dirigidas a los niños y a las familias».
«La Cumbre sobre Sistemas Alimentarios es una oportunidad importante para preparar el escenario necesario para que los sistemas alimentarios mundiales puedan satisfacer las necesidades de todos los niños», zanjó Fore.
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