NACIONES UNIDAS.- Más de una decena de ministros de exteriores y agencias humanitarias denunciaron este martes en la ONU el empeoramiento de los derechos humanos de las mujeres y niñas en Afganistán tras la llegada al poder de los talibanes, y pidieron que se establezcan mecanismos internacionales para seguir de cerca su situación.
«Tras la llegada de los talibanes, las mujeres afganas se han visto expuestas a riesgos y restricciones crecientes», dijo el ministro de Exteriores de Italia, Luigi Di Maio, en un evento paralelo a la Asamblea General de la ONU que fue convocado por la misión italiana para hablar sobre la situación de la mujer en Afganistán.
Di Maio subrayó que los talibanes no están cumpliendo con su promesa de ser inclusivos, y apuntó al riesgo de que desaparezcan los avances conseguidos en los últimos veinte años en Afganistán para las mujeres y las niñas.
«En los últimos veinte años, (…) la tasa de alfabetización de las mujeres se ha triplicado. Unos 3,5 millones de niñas estaban yendo al colegio este año comparado con 1999, cuando las niñas no podían ir la escuela secundaria y solo 9.000 iban a la escuela primaria», recordó el ministro italiano, que dijo que la comunidad internacional no debe escatimar esfuerzos para impedir que estos logros sean en vano.
«Propongo que todos los países con la misma mentalidad aquí en Nueva York apoyen, en coordinación con las agencias relevantes de la ONU, que se vigile el respeto de los derechos humanos de mujeres y niñas en Afganistán», propuso Di Maio.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Alemania, Heiko Maas, apuntó que «es el deber de la comunidad internacional» actuar por el empeoramiento de los derechos de las mujeres en el país, y recordó que algunas afganas han salido a las calles a protestar por su situación.
«(Los talibanes) deben saber que cualquier cooperación futura con Afganistán, ya sea a través de medidas económicas o ayudas al desarrollo, depende de la situación de los derechos humanos» en el país, aseveró Maas, que afirmó que Alemania aboga por un mandato más potente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en el país, y apuntó que ha puesto sobre la mesa una resolución para ello.
También participaron en la reunión representantes de Colombia, Canadá, Francia, Holanda, Suecia y Catar, que insistieron en la importancia del acceso a la educación de las niñas afganas.
«Durante el fin de semana hemos visto información preocupante sobre el hecho de que no se ha permitido a niñas volver a escuelas secundarias, mientras que a los varones sí. (…) Todos los niños, sin importar su género o de dónde vienen, tienen derecho a una educación. La educación es la espina dorsal de cualquier sociedad», afirmó el ministro de Comercio Exterior y Desarrollo de la Cooperación de Holanda, Tom de Bruijn.
La directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, ahondó en esta idea, y dijo que es «crítico que todas las niñas, incluyendo las más mayores, sigan con su educación», para lo que se necesita también que las profesoras vuelvan a sus puestos de trabajo.
«No solo debemos ayudar y motivar a las niñas y profesoras que vuelvan a los colegios, sino que debemos protegerlas activamente», agregó Fore.
Mientras, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, hizo hincapié en el drástico empeoramiento de la situación de mujeres y niñas en Afganistán, y reiteró su llamamiento para el establecimiento de un mecanismo para seguir la «cambiante situación de derechos humanos por todo el país».
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