El útero que no se llena de hijos se llena de miomas, decía un profesor de ginecología. El mioma uterino es el tumor pélvico benigno más frecuente en la mujer. Las chicas que tienen el privilegio de posponer el embarazo deben asumir la posibilidad de empezar a llenar su útero de miomas.
El mioma se presenta únicamente durante la vida reproductiva. No existe en la pubertad, y regresa con la menopausia, su presencia depende de la producción de la hormona llamada estrógeno. La alteración del periodo menstrual es la causa más frecuente de visita al médico. Su presencia puede producir dolor en el bajo vientre, sensación de compresión, menstruaciones abundantes, dolor en las relaciones sexuales, constipación o estreñimiento, infertilidad y complicaciones en embarazo y parto,
Aunque con la evaluación clínica podemos hacer el diagnóstico, el estudio de sonografía es más fidedigno y revela los miomas difíciles de palpar por su pequeño tamaño o porque la mujer esté en sobrepeso.
La sonografía nos brinda la localización del mioma. En la mitad de los casos el mioma se encuentra dentro del cuerpo del útero, en segundo lugar pegado a la capa externa o en la cara interna del mismo. Los miomas pueden ser múltiples y presentarse en diversas caras de la matriz.
Los miomas pueden producir infertilidad si están en la capa interna del útero o si son de gran tamaño. Cuando la mujer sale embarazada con la presencia de miomas, los mismos tienden a disminuir de tamaño o detener su crecimiento.
Los miomas se relacionan a factores hereditarios y raciales. La incidencia del mioma es hasta nueve veces más frecuente en raza negra. Los miomas son más frecuentes en mujeres mayores de 35 años. Todas las situaciones en las que exista un incremento de estrógenos son factores de riesgo y aumentan la incidencia de miomas: nuliparidad, infertilidad, obesidad.
Solo aquellas mujeres que presentan síntomas deben ser tratadas.
La extirpación del mioma es el tratamiento más realizado en aquellas mujeres que no tienen su deseo de maternidad satisfecho, en las que no desean un embarazo la alternativa de tratamiento más aplicada es la histerectomía cuando se presenta la miomatosis uterina, con o sin extirpación de los ovarios.
La histerectomía es una de las cirugías abdominales más frecuentemente realizada en el mundo, en ocasiones sin necesidad.
La embolización de las arterias uterinas ha demostrado su utilidad en miomatosis uterina. Consiste en introducir sustancias especificas para ocluir las arterias que nutren al útero con el objeto de detener el sangrado o el crecimiento de los miomas.
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