REDACCIÓN INTERNACIONAL.– El martes, en una prisión de Bonne Terre, el estado de Missouri llevó a cabo la primera ejecución de una mujer abiertamente transgénero en la historia de Estados Unidos.
Amber McLaughlin, de 49 años, fue ejecutada por el asesinato de Beverly Guenther. McLaughlin, entonces conocido como Scott, violó y apuñaló a Guenther, de 45 años, hace veinte años en Earth City, Missouri, antes de arrojar su cuerpo en la ciudad de St. Louis.
Los últimos momentos de McLaughlin los pasó en una pequeña sala blanca en el Centro Correccional de Diagnóstico y Recepción del Este del estado. La acompañaba una consejera espiritual, Lauren Bennett, quien se sentó a su lado cuando se le administró una dosis de cinco miligramos de pentobarbital a las 6:39 p.m. Lo que parecía ser el contorno de una correa utilizada para asegurar a McLaughlin a una cama de hospital se podía ver debajo de la ropa blanca debajo de la cual yacía.
Bennett pareció hablar y cantarle a McLaughlin después de la inyección. McLaughlin respiró hondo varias veces antes de sucumbir a las drogas. La hora oficial de la muerte fue a las 6:51 p.m.
La última declaración escrita de McLaughlin fue: «Lamento lo que hice. Soy una persona amorosa y afectuosa». Esta mañana, a McLaughlin se le sirvió una comida final de una hamburguesa con queso, papas fritas, un batido de fresa y M&M de maní.
La ejecución representa la primera vez que una mujer es ejecutada en Missouri desde 1953, cuando el gobierno federal ejecutó a Bonnie Brown Heady por secuestrar y asesinar a un niño.
El hermano menor de la víctima de McLaughlin, Al Wedepohl, de 58 años, fue testigo de la ejecución. Recuerda a Guenther como «la mejor hermana que alguien podría pedir», una mujer a la que le quitaron la vida justo cuando se estaba reinventando después de que su matrimonio colapsara.