Cracovia, (Polonia).- Marian Turski, periodista, historiador y superviviente del campo de exterminio nazi de Auschwitz, falleció el martes en Varsovia a la edad de 98 años, según informó el Consejo Internacional de Auschwitz, una asociación de víctimas supervivientes.
Turski fue una figura clave en la preservación de la memoria del Holocausto y un defensor incansable de la tolerancia y los derechos humanos, y dedicó gran parte de su vida a luchar contra la indiferencia ante la injusticia y la discriminación.
Nacido como Mosze Turbowicz el 26 de junio de 1926 en Druskininkai, Polonia (actualmente Lituania), Turski vivió en el gueto judío de la ciudad polaca de Łódź (centro) hasta que en 1944 fue deportado a Auschwitz-Birkenau y posteriormente a Buchenwald.
Tras la guerra, se instaló en Varsovia y trabajó como periodista, dirigiendo la sección histórica del semanario «Polityka» durante casi 70 años y fue miembro de la junta directiva de la Asociación de Veteranos y Víctimas Judíos de la Segunda Guerra Mundial, actividad que compaginó con la presidencia del Consejo del Museo Polin de Historia de los Judíos Polacos de Varsovia.
En su discurso durante la conmemoración del 80 aniversario de la liberación de Auschwitz el pasado 27 de enero, su última aparición pública, Turski advirtió contra las consecuencias del odio y apeló a la reconciliación entre personas y países, instando a «no tener miedo de convencernos de que es posible resolver los problemas entre vecinos».
Además, con su lema «no seas indiferente», que calificó de «undécimo mandamiento», trató de hacer ver que si uno se acostumbra a la injusticia, ni siquiera se dará cuenta de que algo como Auschwitz puede «caer sobre ti y sobre tus descendientes».
En 1965 participó con el activista y luchador de los derechos civiles Martin Luther King en la marcha de Selma a Montgomery en Estados Unidos, que llevó a la aprobación del derecho de voto para los afroamericanos de ese país.
Tanto en Polonia como en otros países se han multiplicado las expresiones de pesar por la muerte de Turski y los llamamientos a difundir sus palabras.
El Primer Ministro de Polonia, Donald Tusk, declaró este miércoles que las palabras de Turski, «no seas indiferente», se han convertido en su lema, mientras que Adam Bodnar, ministro de Justicia y ex Defensor del Pueblo, lo describió como «un maestro incansable de generaciones y conciencia del mundo moderno».
La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, se comprometió en un mensaje publicado en internet a asegurar que la historia de Marian Turski perdure.
En un comunicado, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, se comprometió a honrar su legado actuando «a favor de la diversidad y en contra del racismo, el antisemitismo y el populismo», mientras que el canciller alemán, Olaf Scholz, enfatizó en un mensaje en redes que no ser indiferente es tarea tanto del Estado alemán como de los ciudadanos.
Hasta sus últimos días, Turski siguió con preocupación la evolución política, especialmente el resurgimiento de ideologías antisemitas y extremistas de derecha en Europa.
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