Ankara. – Un total de diecinueve personas han muerto en los últimos días en Turquía, la mayoría en Estambul, debido al consumo de alcohol adulterado, algo muy habitual en el país en estas fechas debido a los altos precios de las bebidas alcohólicas, informan este miércoles medios locales.
Tan sólo en Estambul han ingresado 46 personas en hospitales debido a intoxicaciones, de las que 17 han muerto y 22 siguen hospitalizadas.
Otros dos fallecimientos se han producido en otras provincias del país.
La Policía ha detenido a 19 personas en operaciones contra la producción y comercialización ilegal de alcohol.
Durante las fiestas de fin de año del 2023, unas 17 personas murieron por consumo de alcohol adulterado.
Los altos impuestos a las bebidas alcohólicas, que lleva subiendo desde hace años el Gobierno islamista, y las regulaciones restrictivas han hecho que el alcohol de fabricación casera sea una alternativa para muchos ciudadanos, denuncia la Plataforma de vigilancia de la política estatal sobre alcohol, una agrupación de consumidores.
Ese grupo denuncia que Turquía es el último país de Europa en cuanto a consumo de alcohol pero el tercero con los impuestos más altos.
Ante esa situación, muchas personas producen en casa el raki, un tipo de aguardiente que es la bebida alcohólica nacional.
Una botella de raki puede costar hasta 25 euros en una tienda.
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