REDACCIÓN.- Cualquier padre o madre que habla sobre sus hijos coinciden en una cosa: dan mucho trabajo. Por esa razón es difícil encontrar familias demasiado numerosas. Sin embargo, Britni Church y su marido son el perfecto ejemplo de que una gran cantidad de niños en su vida no impiden la felicidad de todos.
Britni es una joven de 33 años de Kansas, Estados Unidos que ha pasado más de la mitad de su vida embarazada, pues tiene 12 hijos. En 2004, cuando apenas tenía 16, dio a luz a Crizman, quien se iba a convertir en la primera de una larga lista de descendientes.
Tal y como revela Telemundo, la joven tuvo a sus primeros seis hijos en relaciones anteriores. Ellos son Crizman, de 17; Jordan, de 16; Caleb, de 14; Jace, de 13; Cadence, de 12, y Jesaly, de 10 años. Pero junto a Chris, su esposo actual, ha seguido aumentando la familia con la llegada de Silas, de 7; Christopher Jr., de 5; los trillizos Oliver, Asher y Abel, de 3; y Rowyn, de 11 meses.
En total, Church tiene una familia con siete niños y cinco niñas. Además, ha estado embarazada durante casi 98 meses de su vida, que se reparten en 17 años. Al mes les supone mínimo 200 dólares en leche.
Como no suele ser habitual este tipo de familias, Britni relata su vida a través de su cuenta de TikTok, que tiene ya 1.8 millones de seguidores. En sus vídeos cuenta algunas curiosidades que ha vivido, también con las opiniones de la gente.
«Mucha gente asume que estamos en asistencia social, no es así»
, dice Church. Además, también confiesa que recibe muchas preguntas como «¿Eres católica ¿Eres religiosa?», a lo que ella contesta: «Soy pentecostal, pero eso no tiene nada qué ver con el motivo por el que tengo tantos».
En cuanto a los problemas físicos que le puede haber ocasionado tanto parto, Britni aclara las dudas a sus seguidores: «Todos fueron vaginales excepto los trillizos. Con ellos tuve una cesárea», reveló Church.
Sin embargo, cualquier problema derivado de la maternidad se esfuma con al felicidad que le provoca. Aunque admite que «siempre hay ruido y alguien gritando», reconoce: «Somos más felices cuando estamos todos juntos». E incluso confiesa que, gracias a los planes que hacen, para ellos «la vida es buena».