Zeferino Peña, alias Don Zefe, presunto fundador de un grupo delictivo en Tamaulipas, fue abatido por policías en Santiago, Nuevo León.
Zeferino Peña, conocido como Don Zefe, presunto líder criminal de Tamaulipas
Monterrey.– El presunto fundador de un grupo delictivo en el norteño estado de Tamaulipas, identificado como Zeferino Peña, alias Don Zefe, fue abatido este martes por policías en el vecino estado de Nuevo León, ubicado en el norte de México.
Don Zefe fue ultimado durante el enfrentamiento con policías estatales, donde otro hombre también perdió la vida y dos personas fueron detenidas, entre ellas una mujer.
Además, un policía resultó herido, señaló la Fiscalía de Nuevo León, en un comunicado.
Los hechos se registraron en el municipio de Santiago, en el sur de Nuevo León, cuando los agentes realizaban trabajos de investigación e inteligencia.
Al arribar a un predio, los policías fueron agredidos por hombres armados y, al repeler la agresión, hirieron de muerte a Peña.
La Fiscalía estatal precisó que Don Zefe estaría vinculado con actividades relacionadas con el trasiego y distribución de narcóticos en Nuevo León, así como con la intención de conformar un grupo criminal en el estado.
Los detenidos fueron puestos a disposición del Ministerio Público para el deslinde de responsabilidades, mientras que en el lugar se decomisaron diversas armas de fuego y dosis de narcóticos.
El área de los sucesos fue asegurada y permanece bajo resguardo de las autoridades.
En los primeros 14 meses de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, entre septiembre de 2024 y noviembre de 2025, las autoridades han detenido a 38.700 personas por delitos de alto impacto y se han asegurado 311 toneladas de droga, de acuerdo con cifras preliminares del gobierno.
El enfrentamiento en Santiago se produce en un contexto de intensa vigilancia y operaciones de inteligencia por parte de las autoridades, que buscan desarticular redes criminales dedicadas al narcotráfico y la violencia organizada en el noreste de México.
Expertos en seguridad destacan que la captura o abatimiento de líderes como Peña puede generar temporalmente cambios en la estructura de los grupos delictivos, aunque también podría desatar conflictos internos por el control del territorio.
Las armas y drogas aseguradas serán parte de las investigaciones, mientras las autoridades refuerzan la presencia policial en la zona para prevenir posibles represalias o enfrentamientos adicionales.