PUERTO PRÍNCIPE.- Las personas que intenten introducir en Haití productos desde República Dominicana serán multadas y sus mercancías serán destruidas, distribuidas o vendidas en subasta pública, anunciaron este martes autoridades del departamento haitiano del Noreste, en el marco de la crisis que ambos países atraviesan por la construcción de un canal.
En una declaración conjunta, la Delegación Departamental del Noreste, la Dirección Departamental del Ministerio de Comercio e Industria y la Alcaldía de la limítrofe ciudad de Ounaminthe comunican al «público en general y a los comerciantes formales e informales en particular que está prohibido acceder al puente y la franja fronterizos de la comuna de Ouanaminthe con el objetivo de cruzar la frontera y regresar con mercancías».
Por ello, añade la nota, las personas y los conductores de cualquier tipo de vehículo que sean sorprendidos en «flagrante delito con mercancías de cualquier tipo provenientes de República Dominicana serán arrestados y castigados conforme a las leyes haitianas frente al contrabando».
Los vehículos que hayan sido confiscados al intentar introducir en Haití esos productos serán devueltos a sus propietarios tras presentar los correspondientes documentos legales y abonar unas multas que oscilarán entre los 50.000 y los 500.000 gourdes (entre unos 370 y 3.700 dólares al cambio actual).
En declaraciones a EFE, el alcalde principal de Ouanaminthe, Océlite Destiné, dijo que estas decisiones se tomaron para «combatir el contrabando en ciertos puntos fronterizos no oficiales, que continúa pese al cierre de las fronteras».
Estas medidas, resultado de un grupo de trabajo de las autoridades regionales, irán acompañadas de otras como más policías locales, prohibición de cruzar el puente o presencia de brigadistas municipales y de aduanas para inspeccionar las líneas fronterizas, añadió el responsable municipal.
Destiné señaló a EFE que las medidas del departamento Noreste que hoy entran en vigor constituyen una respuesta a la decisión del presidente dominicano, Luis Abinader, de cerrar unilateralmente todas sus fronteras con Haití y, cuando él optó por reabrirlas, «las autoridades locales decidimos mantenerlas cerradas».
«Para que se abran las fronteras, deben tenerse en cuenta todas las condiciones que hemos establecido. Albinader sigue negándose a hacerlo», manifestó el alcalde, quien citó entre las principales reivindicaciones de las autoridades regionales que los productos haitianos puedan entrar libremente en República Dominicana, reparto equitativo de los días de mercado entre los dos mercados binacionales, accesibilidad a los visados y cese de los malos tratos hacia los haitianos.
«Las quejas por los millones de dólares perdidos por los comerciantes dominicanos demuestran que las ciudades de Dajabón (noroeste dominicano) y Ouanaminthe son la prueba de la gran importancia de esta zona fronteriza en el comercio entre los dos países», sostuvo.
Las decisiones conocidas hoy se inscriben en el deterioro de la situación que se vive desde hace algo más de dos meses entre República Dominicana y Haití, a causa de la construcción por parte haitiana de un canal en el fronterizo río Masacre.
Ante estas obras, que Santo Domingo considera ilegales, el Gobierno dominicano impuso el 15 de septiembre pasado una serie de medidas que incluían, entre otras, desde el cierre total de las fronteras hasta la suspensión de la expedición de visados a ciudadanos haitianos.
Un mes después, las autoridades dominicanas flexibilizaron las medidas y permitieron la apertura parcial de la frontera, pero los haitianos han decidido no volver a participar en el mercado binacional que se celebraba los lunes y los viernes en varios puntos fronterizos, principalmente en Dajabón.
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