SANTO DOMINGO.- En el Museo de las Casas Reales fue inaugurada hoy la exposición Oda a la vida, de la artista Amaya Salazar, en la cual presenta cuadros, esculturas y dibujos que, en sus propias palabras, expresan lo que es la vida y buscan “dar un poco de luz a la oscuridad” que trajo la pandemia del covid-19.
La exhibición cuenta con el auspicio del Ministerio de Cultura y estará abierta al público desde el 21 de abril hasta el 21 de mayo en este recinto ubicado en la Ciudad Colonial, en horario de 9:00 de la mañana a 3:00 de la tarde de lunes a viernes, y los sábados hasta las 4:00 de la tarde. Las visitas a la muestra se rigen por las normativas sanitarias gubernamentales.
La inauguración estuvo encabezada por la ministra de Cultura, Carmen Heredia de Guerrero, quien destacó las dotes de Amaya Salazar como artista plástica y expresó que Oda a la vida es verdaderamente “un deleite visual”.
“Para mí siempre es un placer estar aquí, en el Museo de las Casas Reales, pero hoy, en este día tan especial, el sentimiento se multiplica. Nuestra querida Amaya Salazar ha llenado de luz y magia este espacio tan emblemático para la cultura dominicana”, indicó la titular de Cultura.
Al referirse a la obra de la artista, el viceministro de Patrimonio Cultural, Gamal Michelén, manifestó que toda la magia compositiva de la obra de Amaya Salazar se construye con luz: la luz que recibimos del sol en fotones que no necesitan de la materia para llegar hasta nosotros y, sin embargo, se posan delicados sobre un botón de rosa y la abren con paciencia. Amaya nos asombra por la manera en que utiliza la luz en su composición, igual que por la belleza sinuosa de sus líneas; las líneas que son las que dan el sentido de dirección a una pintura.
Salazar es una reputada artista dominicana, conocida por sus personajes sin rostros. Su inspiración emana principalmente de la forma femenina, envuelta en un ambiente de misticismo y magia, del cual la luz y la flora antillana forman parte fundamental.
“La vida es un privilegio; Amaya Salazar siempre lo ha entendido y lo ha plasmado en sus obras”, expresó la curadora Bingene Armenteros, quien aseguró que, a diferencia de sus pinturas anteriores, los personajes de los cuadros de esta exposición se fusionan más con la luz y el paisaje, se funden con el follaje y se convierten en un elemento más de la naturaleza.
“Es un camino que yo llevo en mi obra; siempre voy avanzando o creando cosas”, declaró Salazar al respecto, y añadió que ese estado evolutivo también se manifiesta en sus esculturas. “Con relación a lo que eran mis primeros bronces, muy sólidos, [estos son] ahora más lineales; el mismo color de las piezas; son cosas que el mismo trabajo va guiando a uno en esa dirección”.
Oda a la vida es una celebración que encuentra inspiración en los oscuros momentos que trajo al mundo la pandemia, en medio de la cual la artista admite que vio acelerado su proceso creativo por el confinamiento, dando a luz las obras con las que hoy busca brindar esperanza.
Elizabeth Hazim, directora del museo, se mostró complacida de presentar las obras de Salazar, a quien definió como “una de las maestras más creativas y contemporáneas del arte dominicano”.
“Me siento muy agradecida por la oportunidad que me ha brindado el Museo de las Casas Reales de exponer en momentos en que aún hay tantos espacios cerrados”, expresó Salazar.
Semblanza de la artista
De ascendencia vasca, Amaya Salazar nació en 1951 en Santo Domingo, donde inició sus estudios de arte, que luego prosiguió en España y Estados Unidos.
Ha realizado numerosas muestras individuales en la República Dominicana y en otros países, como Estados Unidos, España, Panamá, Puerto Rico y Canadá. Asimismo, ha participado en exposiciones colectivas realizadas en Francia, Estados Unidos, Israel, Italia y Canadá.
El Hotel Hilton, de reciente apertura en la avenida George Washington, exhibe un hermoso y alegórico mural de Amaya, quien también hace algunos años pintó el obelisco en homenaje a las hermanas Mirabal. Las esculturas Cristo resucitado y Resurrección, ejecutadas en bronce, ornamentan la iglesia Santo Toribio, del sector Los Ríos, y la de San Mauricio, de La Yuca, respectivamente.
Obras suyas reposan en las colecciones de diferentes instituciones y empresas nacionales, como el Museo de Arte Moderno; el Voluntariado de las Casas Reales; el Museo Hermanas Mirabal, en Salcedo; el Admirals Club de American Airlines; Verizon, y el Banco Popular Dominicano. De la misma manera, encontramos su obra en corporaciones internacionales, como la Caja de Ahorros de Vitoria, el Bilbao Bizkaia, y la Kutxa en España, así como en varias instituciones de Estados Unidos.
Para conocer la obra de la artista se puede consultar una extensa bibliografía, que incluye dos libros dedicados especialmente a ella: Por los ámbitos de la luz, escrito por Myrna Guerrero, y Amaya, por Marianne de Tolentino.
Por la calidad de su obra y sus aportes, Amaya Salazar ha recibido numerosas distinciones nacionales e internacionales.
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