REDACCIÓN.- «No soy un dictador», así dijo el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ante decenas de miles de fanáticos deportivos, durante la ceremonia de apertura de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2023.
“Dicen que vivimos en una dictadura”, pero “pregunten a los pasajeros del bus; vayan a un restaurante y pregunten a los comensales, a los meseros. Pregúntenle a quien quieran. Aquí en El Salvador pueden ir a cualquier lugar. Es totalmente seguro… Pregúntenles qué opinan de El Salvador, qué piensan de este gobierno, de la supuesta dictadura”, expresó el mandatario salvadoreño.
El comentario fue recibido con un estallido de aplausos, y en algunos sectores del estadio remodelado se coreaba “¡Reelección!”.
Los Juegos le han ofrecido a Bukele una oportunidad de mostrar a un El Salvador más seguro en el mayor evento internacional aquí desde que su gobierno se enfrascó en una guerra total con las pandillas. Pero las competencias también se llevan a cabo en un momento en que Bukele enfrenta acusaciones de violaciones sistemáticas de los derechos humanos por esa misma represión y mientras su gobierno toma medidas para socavar la democracia del país.
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