Redacción internacional.- Paul Richard Soliz, actual pareja de Britney Spears, está enfrentando severas acusaciones por parte de su exesposa, Nicole Mancilla, quien lo califica como un “padre irresponsable” con al menos nueve hijos a los cuales supuestamente no ha proporcionado la manutención que les corresponde. Esta situación sale a la luz mientras la cantante de 42 años y Soliz, de 37, navegan recientes controversias en su relación.
Documentos judiciales del Condado de Los Ángeles demandan a Soliz el pago de USD 1,167 dólares mensuales en concepto de manutención infantil a partir del 1 de mayo de 2024, además de cubrir el 50% de los costos de atención médica de sus hijos. Los escritos también indican que Soliz gana usd 2,773 dólares al mes, mientras que Mancilla no tiene ingresos.
El trasfondo de estas acusaciones revela complejidades en la vida personal de Soliz, quien inicialmente fue contratado por Spears en 2022 para realizar labores domésticas en su residencia. Sin embargo, la relación laboral eventualmente evolucionó a un vínculo romántico. A pesar de esto último, su empleo fue rescindido en 2023 tras salir a la luz su historial criminal.
Mancilla describe a Soliz como el “EBT Nick Cannon”, en una alusión a la asistencia pública alimentaria y a la numerosa descendencia del presentador de Wild ‘N Out. “Mi esposo cayó en la vagina de Britney Spears”, declaró al Daily Mail, acusándolo de haberle sido infiel con la estrella pop y abandonar a su familia.
Nicole Mancilla y los hijos que compartió con Soliz residen actualmente con la madre de Mancilla, Sandra Smith, quien también se ha pronunciado sobre el tema, calificándolo como un “padre irresponsable”. Asimismo, Smith compartió que, a pesar de tener diez hijos, Soliz no provee ningún tipo de soporte para ellos, incluyendo a su hija más pequeña de un año. “Él tiene 10 hijos. No mantiene a ninguno de ellos”, reclamó.
“Tienen un hijo de 1 año juntos, y a ese tampoco le presta atención”, continuó denunciando Smith, quien asegura que las acciones de Soliz la han puesto en una posición difícil. “No mantiene a un niño, y están en mi casa”, agregó.
En el marco de esta controversia, también se ha mencionado la relación previa de Spears, recordando su divorcio del preparador físico Sam Asghari y las consecuencias de una disputa reciente en el Chateau Marmont que culminó con la intervención de servicios de emergencia.
Este evento ha renovado el escrutinio sobre la vida personal de Spears, quien, a través de sus redes sociales, desmintió las circunstancias alrededor de la pelea, etiquetándolas como “falsas” y atribuyendo sus lesiones personales a otros factores.
Además, surgieron comentarios de fuentes cercanas citadas por PageSix expresando preocupación por la salud mental de Spears y sugiriendo que, quizás, debió mantenerse bajo la tutela que se suspendió en noviembre de 2021.
“Odio decirlo, pero tal y como va todo, esto es lo que nos temíamos”, señaló una de las fuentes. Un segundo informante admitió que Jamie Spears, el padre de Britney, tenía sus fallas, pero estableció la tutela de su hija en febrero de 2008 por un motivo específico y no para obtener ganancias financieras indebidas.
El mismo informante señaló: “Se estableció porque Britney tiene serios problemas de salud mental y estaba perdiendo control total sobre sí misma”. Estos comentarios avivan el debate sobre la necesidad de la tutela, no como un intento de aprovechamiento económico, sino como una medida para abordar problemas graves de salud mental.
Mientras el proceso legal sigue su curso, habrá que esperar para saber en qué terminará la situación actual de la exestrella pop con su actual pareja y los escándalos en los que se sigue metiendo después del fin de la tan comentada tutela de su padre.
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