No todas las grasas saturadas son enemigas del corazón, dice experta

La Dra. Erika Pérez, destaca la importancia del contexto dietético y la calidad de los alimentos para un consumo saludable.

No todas las grasas saturadas son enemigas del corazón, dice experta

Santo Domingo.- Durante décadas, las grasas saturadas fueron señaladas como el enemigo número uno del corazón, pero la evidencia científica reciente muestra una visión más matizada sobre su consumo.

La noticionista Erika Pérez, explicó que estas grasas se encuentran en carnes, lácteos enteros, mantequilla y algunos aceites tropicales como el de coco.

“Tradicionalmente se les culpó de aumentar el colesterol LDL y con ello el riesgo cardiovascular, sin embargo, no todas las grasas saturadas son iguales”, indicó Pérez.

Según la especialista, el efecto de estas grasas depende del contexto de la dieta y del riesgo cardiovascular de cada persona.

Grasas saturadas buenas vs. malas

Erika Pérez, señaló que no es lo mismo consumir mantequilla procesada en exceso que disfrutar de yogurt natural entero dentro de un patrón alimentario saludable, como el mediterráneo.

Asimismo, advirtió que el riesgo real aparece cuando estas grasas se reemplazan por harinas refinadas y azúcares simples, en lugar de optar por grasas insaturadas como aguacate, aceite de oliva o pescados.

“La clave está en el balance, no se trata de demonizar un nutriente sino de priorizar la calidad de la dieta y las grasas saludables”, señaló la experta.

Añadió que las grasas saturadas presentes en alimentos que también contienen proteínas, son beneficiosas para el control metabólico y de insulina.

Pérez, invitó a los consumidores a regular las porciones y considerar el contexto completo de la dieta al incluir grasas saturadas, enfatizando que estas pueden formar parte de un estilo de vida saludable si se consumen con moderación.

10 tips para disfrutar las grasas saturadas de manera saludable

  1. Lee las etiquetas: Revisa el contenido de grasas saturadas en los alimentos que consumes y compara con las porciones recomendadas.

  2. Prioriza fuentes naturales: Prefiere grasas saturadas provenientes de lácteos enteros, yogurt natural, quesos y carnes magras en lugar de productos ultraprocesados.

  3. Combina con grasas saludables: Acompaña las grasas saturadas con aceite de oliva, aguacate, frutos secos y pescados para equilibrar la dieta.

  4. Evita reemplazos poco saludables: No sustituyas las grasas saturadas por harinas refinadas o azúcares simples, que aumentan el riesgo cardiovascular.

  5. Controla las porciones: Mantén el consumo moderado de mantequilla, quesos y aceites tropicales, incorporándolos de manera consciente en tus comidas.

  6. Mantén un patrón alimentario balanceado: Siguiendo un enfoque como la dieta mediterránea, se puede disfrutar de grasas saturadas sin afectar la salud del corazón.

  7. Incluye proteínas de calidad: Los alimentos con grasas saturadas que también contienen proteínas ayudan al control metabólico y de la insulina.

  8. Aprende a cocinar con salud: Opta por métodos de cocción que no requieran exceso de grasa añadida, como hornear, asar o cocinar al vapor.

  9. No demonices los nutrientes: La clave está en la moderación y el equilibrio, no en eliminar completamente las grasas saturadas de la dieta.

  10. Consulta a un profesional: Si tienes dudas sobre tu riesgo cardiovascular, busca la orientación de un nutricionista o médico especializado.