ESTADOS UNIDOS.- Novak Djokovic se despidió de Wimbledon comienzo unas briznas de hierba, su ceremonial cuando gana el torneo. Lo hizo en 2018, repitió en 2019, en su quinta victoria global en la hierba londinense, tras remontar dos bolas de partido a Roger Federer.
Tras la pausa de la cancelación de 2020 por Covid, el campeón cumplió con la tradición de abrir la central. Bajo techo por la lluvia. Sin apenas tiempo de digerir el excelente éxito de Roland Garros, dos semanas atrás, y la transición de la tierra batida al césped, que aceleró disputando los dobles del ATP de Mallorca, pero con mucha ambición, Djokovic se dejó un set pero acabó comiéndose a su rival con un tenis excelente.
Djokovic, número uno mundial por 326ª semana a sus 35 años, superó al joven zurdo británico Jack Draper, 19 años, 253 ATP y reciente cuartofinalista en Queen’s, por 4-6, 6-1, 6-2 y 6-2 en dos horas.
Cedió su saque en los inicios del choque, para 1-2 del invitado de la organización, debutante en Grand Slam. Fue víctima de la humedad resbalando sufriendo una aparatosa caída. Nada que no pueda asumir un tenista que se halla a un solo título de igualar los 20 de Rafa Nadal y Roger Federer, que ha abierto la opción de completar un Grand Slam este curso tras dominar Australia y Roland Garros.
Ya no ofreció más concesiones Djokovic con su saque, alcanzando 24 ‘aces’, no dejando apenas tocar bola al restador. Una lección de seguridad, un mensaje de intenciones. Sumó 54 de 62 puntos con el primer servicio y 12 de 18 con el segundo. En media hora se adaptó a las condiciones. Le costó una manga, pero provocó que espabilara sin dudarlo.
Levantó los trofeos de Belgrado y París. Dio un primer paso en Londres. En segunda ronda se las verá con el sudafricano Kevin Anderson, su víctima en la final de 2018, o el chileno Marcelo Barrios. Según Mundo Deportivo.
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