REDACCIÓN.- Una nueva terapia aprobada en México cambiará el curso de tratamiento de la fibrosis pulmonar progresiva, una enfermedad altamente incapacitante y letal, caracterizada por la formación de cicatrices en los pulmones, lo que provoca que se vuelvan rígidos, dijeron este viernes expertos.
“Hoy la fibrosis pulmonar progresiva deja de ser una sentencia de muerte”, dijo en conferencia de prensa Ivette Buendía, responsable del Laboratorio de Investigación en Envejecimiento y Fibrosis Pulmonar del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).
La especialista explicó que la fibrosis pulmonar progresiva puede desarrollarse durante el curso de la enfermedad pulmonar intersticial.
Este padecimiento se identifica cuando ocurren dos de las siguientes manifestaciones: deterioro de los síntomas respiratorios, empeoramiento de las pruebas de función pulmonar (espirometría y difusión de monóxido de carbono) e incremento de las cicatrices en la tomografía de tórax.
Esto, precisó, ocasiona dificultad para respirar y afectación de órganos por el deficiente suministro de oxígeno.
Buendía explicó que no se conoce la cifra exacta de la prevalencia de esta condición en México.
Sin embargo, padecimientos asociados como la artritis reumatoide y la esclerosis sistémica tienen una alta incidencia, y se estima que entre el % 40 y el 50 % de quienes padecen estas enfermedades presentarán fibrosis pulmonar progresiva en algún momento de su evolución.
“Esta situación resalta la necesidad de contar con un sistema de salud atento a la identificación y atención oportuna de esta mortal condición en México”, enfatizó la especialista.
Omar Barreto, especialista en enfermedades pulmonares intersticiales, destacó que antes de la llegada de esta nueva indicación del antifibrótico, los pacientes que presentaban alguna enfermedad intersticial asociada a esclerosis sistémica o artritis reumatoide tenían una menor esperanza de vida a pesar de contar con un tratamiento para la misma.
“Hoy, gracias a la disponibilidad de una terapia dirigida a la fibrosis pulmonar progresiva, es posible enlentecer la progresión de los síntomas y, por lo tanto, mejorar los años de sobrevida de los pacientes”, insistió.
El también neumólogo y coordinador de Atención Médica en el INER, señaló que el nuevo antifibrótico inhibe los procesos involucrados en la progresión de la fibrosis pulmonar, que ha demostrado en ensayos clínicos internacionales una reducción estadísticamente significativa en la progresión de la enfermedad.
Esto hace más eficaz la función pulmonar y previene el riesgo de episodios de exacerbación aguda de los síntomas, lo que se traduce en una disminución de discapacidad y muerte.
“Contar con un tratamiento específico para la fibrosis pulmonar progresiva es toda una revolución para la vida de los pacientes al permitirles realizar actividades anteriormente impensables o reducir sensiblemente el número de ingresos al hospital por una menor presencia de exacerbaciones propias de la enfermedad”, concluyó Barreto.
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