Nueva York.- La Fiscalía General del estado de Nueva York está investigando la muerte de un hombre de 29 años que falleció el mes pasado como consecuencia de quemaduras sufridas cuando agentes de Policía dispararon contra él un arma táser después de que el individuo se roció con gel desinfectante, un producto inflamable.
En imágenes de una cámara de seguridad hechas públicas este viernes por la Fiscalía, puede verse cómo el torso y la cabeza del hombre quedan envueltos en llamas inmediatamente después de que un agente descargó su pistola eléctrica y cómo, inicialmente, los policías huyen en vez de ayudarle.
El suceso tuvo lugar el pasado 30 de octubre dentro de una comisaría de Policía de la localidad de Catskill, en el estado de Nueva York, donde la víctima, Jason Jones, fue a confrontar a agentes después de que estos acudieran a atender una llamada en un bar cercano, según medios locales.
Las imágenes han sido hechas públicas ahora por motivos de transparencia por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, que ha asumido la investigación por tratarse de una muerte vinculada a un posible caso de violencia policial.
En el video se ve a Jones, aparentemente ebrio y muy agitado, quitarse parte de la ropa en la recepción de la comisaría y, después, tomar una gran dosificador de gel desinfectante y rociarse la cabeza y el cuerpo mientras agentes le piden que se calme.
Posteriormente, tres policías se acercan a él, aparentemente con la intención de detenerlo, cuando uno de ellos dispara su táser. La víctima desaparece por un momento de la imagen y, para cuando regresa, tiene la cabeza y el torso cubiertos en llamas. Los agentes escapan rápidamente y sólo regresan para atenderlo una vez que ha logrado sofocar el fuego.
«Jason estaba desarmado, en la estación de Policía, y sin amenazar a nadie cuando la Policía lo golpeó con 50,000 voltios de corriente eléctrica y se prendió fuego», dijo al medio local Times Union Kevin A. Luibrand, un abogado que representa a la familia del fallecido.
«En lugar de ayudar a Jason, la Policía salió corriendo de la estancia, cerró la puerta y dejó que se quemara», añadió el letrado.
Jones fue trasladado a un hospital y finalmente falleció el 15 de diciembre tras haber pasado mes y medio conectado a un respirador.
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