SANTO DOMINGO.- La depresión es la enfermedad más común entre los adultos mayores en nuestro país, en especial en aquellos que han perdido a todos familiares y pasan sus días en asilos.
Según datos de estudios recientes, la población mayor de 60 años superará en el país por primera vez a los niños y adolescentes menores de 15, por lo que no hacer cambios drásticos en las políticas públicas, lo que ahora es un drama en unos años podría ser una tragedia.
Todos queremos tener una larga vida, pero nadie desea llegar a la vejez en soledad, con precariedades y menos aún si se vive en la pobreza.
Antes de ser acogida por el hogar de ancianos Club de Leones de Cotuí, doña Juana Guzmán soportó en soledad los achaques de salud propios de su edad. La historia es similar entre sus compañeros en el hogar de ancianos.
Estos envejecientes han encontrado abrigo, compañía y asistencia médica en los 34 hogares de ancianos distribuidos en todo el país y supervisados por CONAPE.
El programa “Las familias cariñosas” de CONAPE estará compuesto por pensiones que ofrecerán habitaciones en alquiler a los denominados adultos mayores activos que deciden vivir solos. Además, otros mil ancianos que residen con sus familiares pueden acudir a los 35 centros diurnos de la institución.
Pese a los programas de protección, un creciente número de personas de la tercera edad del Gran Santo Domingo vive en absoluta desprotección.
Según un estudio de la fundación NTD, para el 2050 los adultos mayores de 60 años representarán el 27 por ciento de la población total y superará a los menores de 15.
Ante esta nueva realidad, los especialistas en temas de geriatría se preguntan si el país se prepara para enfrentar estos cambios políticos y sociales.
El inminente cambio demográfico obliga a la sociedad a empezar el trabajo para que mejorar las políticas públicas a favor de los adultos mayores a fin de crearles ciudades más amigables, con acceso a los servicios de salud, techo y una pensión digna.
Despedida en cámara: Según la experta en geriatría, es necesario que en la juventud se puedan creen los círculos sociales con personas de su edad, con gustos afines, para tener un círculo social en la vejez a fin de evitar la depresión propia de la edad.