El equipo de farmacéuticos y asesores médicos de DosFarma, ofrecen algunos consejos para reducir el riesgo de sufrir una bajada de tensión, especialmente en los días más calurosos del año.
“Las personas propensas a tener su presión o tensión arterial baja, en lo que se conoce como hipotensión, ven aumentadas sus probabilidades de sufrir bajadas de tensión debido a las altas temperaturas, lo que puede provocarles distintas alteraciones y trastornos”, explica a Efe la farmacéutica Amanda Dutruc.
Para medir la presión arterial, que es la fuerza que ejerce la sangre al circular por las arterias, se tienen en cuenta dos valores, señala esta farmacéutica, máster en Biología Molecular aplicada a la empresa biotecnológica y experta de la plataforma de farmacia en linea DosFarma.
“Mantener la presión arterial dentro de unos niveles adecuados es indispensable para una buena salud cardiovascular”, recalca.
“El valor máximo, que es la presión sistólica, se mide durante el latido de corazón, cuando la presión es máxima, mientras que el valor mínimo, la presión diastólica, se mide con el corazón en reposo entre latidos, cuando es mínima”, explica Dutruc.
Por encima de estos valores, ya se habla de presión alta y de hipertensión, y “por debajo de 90 mmHg de tensión sistólica (o máxima), hablamos de hipotensión”, puntualiza.
Explica que algunas personas pueden tener valores bajos de tensión arterial sin sufrir ninguna molestia, pero cuando se produce una caída brusca de la tensión, pueden aparecer mareos, vértigos, taquicardias, desorientación e incluso desmayos.
Ocho claves para reequilibrar la tensión
“Aunque no se pueden evitar algunas de las posibles causas de una eventual bajada de tensión, como la propensión genética, una anemia, la pérdida brusca de sangre, algunas enfermedades crónicas o una infección grave, hay otros factores que se pueden prevenir”, asegura Dutruc.
Desde DosFarma, explican las claves para evitar una bajada de tensión:
1.- Procure levantarse despacio.
Pasar mucho tiempo en una misma postura, descansando, durmiendo, tumbado o sentado, puede motivar una hipotensión postural, es decir, que haya una descompensación entre el volumen de sangre de la parte inferior del cuerpo y el de la superior y nos mareemos al levantarnos.
Es recomendable levantarse despacio, evitando pasar mucho tiempo en posición horizontal y durmiendo la siesta con una almohada bastante alta, para incorporarse con menos esfuerzo.
2.- Beba líquidos con frecuencia.
La deshidratación es una las causas de bajadas de tensión que más hay que controlar, según DosFarma.
Las altas temperaturas aumentan la sudoración y hacen que se elimine una mayor cantidad de líquidos, que se deben reponer, y el calor puede dilatar los vasos sanguíneos, lo que hace que la sangre no ejerza tanta fuerza al pasar a través de las arterias.
Por eso, es imprescindible beber agua con regularidad y no esperar a tener sed, compaginándola con otras bebidas, como infusiones.
3.- Actúe rápido ante una deshidratación.
Si se notan algunos de los síntomas de la deshidratación, como la sequedad en la boca, el pulso acelerado o la desorientación, hay que actuar con rapidez para evitar una bajada de tensión, según indican desde Dosfarma.
Tanto si es uno mismo el afectado como si se trata de otra persona, es conveniente tumbarse o acostarse cuando antes, para evitar caerse en caso de mareo o desmayo, poner los pies en alto, por encima de la altura del corazón, y beber líquidos.
4.- Coma poco y cada pocas horas.
Las comidas copiosas fomentan una digestión pesada que obliga a desplazar más sangre al aparato digestivo, por lo que es preferible tomar pequeñas raciones y con cierta regularidad.
5.- Tomar alimentos que ayuden a subir la tensión.
Las personas con hipertensión (tensión arterial elevada) deben llevar una dieta pobre en sal (sodio), indican desde DosFarma.
“En cambio, las personas hipotensas (que padecen hipotensión) pueden utilizar el sodio para equilibrar sus valores bajos de tensión arterial, teniendo cuidado de no superar los 5 gramos diarios recomendados, porque el exceso salino en la dieta puede tener efectos nocivos, como la retención de líquidos”, señalan.
Cualquier alimento en salmuera, como los encurtidos, el jamón, las anchoas, o el regaliz (comestible o en infusión) pueden ayudar equilibrar una tensión baja.
6.- Evite el alcohol.
“Las bebidas alcohólicas disminuyen la tensión arterial hasta 12 horas después de su ingesta, e inhiben la acción de la hormona antidiurética (ADH), haciendo que entren más ganas de orinar, eliminando más agua y fomentando la deshidratación, por lo que hay que vigilar y evitar la combinación de altas temperaturas y bebidas alcohólicas”, según DosFarma.
7.- Evite las horas de mayor calor.
“Las altas temperaturas favorecen la sudoración excesiva y la pérdida de líquidos. Por eso, es importante evitar cualquier actividad física intensa o estar al aire libre en las horas de mayor insolación y calor. Igualmente, es preferible no utilizar saunas ni darse duchas muy calientes”, según DosDarma.
Cuando aparezcan las primeras señales de una posible bajada de tensión, hay que elevar las piernas para favorecer que la sangre de la parte inferior del cuerpo llegue rápidamente al corazón.
8.- Tenga un tensiómetro a mano.
Amanda Dutruc recomienda a las personas hipotensas “tener un tensiómetro (aparato que mide la tensión arterial) en casa para poder llevar un mejor control de los niveles de presión a lo largo del día y, especialmente, en las temporadas calurosas del año”.
Recomiendan adquirir un tensiómetro de buena calidad, ya sea de brazo o de muñeca, cuanto más exacto mejor, en un sitio de confianza y que cumpla todas las normas de calidad y seguridad del país, que tenga memoria de los registros (para llevar un control histórico de nuestras mediciones) y con pantalla lo bastante grande como para ver bien los números.
Con este aparato, la tensión arterial debe medirse tres veces con un intervalo de al menos dos o tres minutos.
La cifra real se obtendrá descartando el primer dato, y sumando los resultados de las dos últimas medidas y dividiéndolos entre dos.
Dutruc aconseja “medirse la tensión de este modo aproximadamente a las mismas horas del día, tres veces por la mañana y tres veces por la tarde, e ir anotando todos los resultados para que el médico pueda consultarlos en la próxima visita o guardarlos en la memoria del tensiómetro”.
Concluye indicando que lo ideal es hacer las mediciones “sentado y con la espalda bien apoyada en el respaldo de la silla, las piernas dobladas a unos 90 grados, sin cruzarlas, los pies apoyados en el suelo, el brazo reposando encima de una superficie plana, como una mesa y quedando a la altura del corazón, y con la palma de la mano descansando boca arriba y el codo un poco flexionado”.