Redacción Internacional.- Un trágico accidente doméstico dejó irreconocible al célebre diseñador de moda francés Olivier Rousteing. Un año después, el joven director creativo de la casa de moda Balmain compartió la noticia en Instagram con una imagen de sí mismo con heridas faciales y envuelto en vendas.
«Hace exactamente un año, la chimenea de mi casa explotó», escribió en la red social.
Se despertó al día siguiente en el Hospital Saint Louis de París (Francia) y dice que desde entonces se ha estado recuperando de sus heridas. Rousteing explicó que sus inseguridades y la «obsesión por la perfección» de la moda le habían impedido revelar antes todo lo sucedido.
«Para ser honesto, no estoy muy seguro de por qué estaba tan avergonzado», escribió. Mientras se recuperaba, había escondido sus heridas con mangas largas y joyas durante las entrevistas.
«Ahora, un año después, (estoy) recuperado, feliz y saludable», agregó. Agradeció al personal médico que lo había tratado a pesar de «lidiar con una cantidad increíble de casos de covid al mismo tiempo», y habló sobre lo afortunado que se siente ahora.
«Después de la tormenta, siempre sale el sol».
Otros diseñadores de moda, modelos y celebridades le brindaron su apoyo a Rousteing en respuesta a la publicación. La diseñadora Donatella Versace dijo que estaba «muy contenta» de que esté sano. «Dejemos que el amor gobierne», escribió el músico Lenny Kravitz.
Rousteing asumió su cargo como director creativo de Balmain en 2011 con tan solo 25 años. Según un perfil de la revista Out Magazine, la marca creció entre un 15% y un 20% entre 2012 y 2015. Ha abierto boutiques en Londres y Nueva York, las primeras de la compañía fuera de París.
Un documental de Netflix de 2019, Wonder Boy, analizó su carrera y lo acompañó mientras buscaba a su madre biológica.
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