SANTO DOMINGO.- En el marco de la reforma del Código Penal en la República Dominicana, uno de los temas más controversiales sigue siendo la regulación del aborto, particularmente en torno a las tres causales, el abogado Olivo Rodríguez Huertas abordó las implicaciones de estas modificaciones y las tensiones que persisten en torno al tema, que ha marcado un estancamiento en la aprobación del Código Penal.
En su intervención, el experto en derecho constitucional explicó que el Código Penal dominicano, en gran parte basado en el modelo francés del siglo XIX, ha quedado desactualizado y requiere una reforma profunda para adaptarse a las necesidades contemporáneas del país. Destacó que, aunque se ha buscado un consenso en torno a la interrupción del embarazo bajo tres causales específicas (riesgo para la vida de la madre, malformación grave del feto, y embarazo producto de una violación o incesto), el tema sigue dividiendo a la sociedad.
Dijo que este dilema se ha convertido en el principal obstáculo para la reforma del Código Penal, ya que sectores conservadores continúan presionando para mantener la penalización del aborto sin excepciones, mientras que otros abogan por la flexibilización de las normas.
Rodríguez Huertas subrayó que la influencia de la Iglesia Católica, así como las presiones políticas, han frenado el avance legislativo. A pesar de la introducción de nuevas tipificaciones de delitos y otras reformas importantes, la controversia sobre el aborto sigue siendo el tema que paraliza la discusión.
Perspectivas futuras y posibles soluciones
Según Rodríguez Huertas, las posturas sobre el aborto siguen siendo firmes y la posibilidad de encontrar un punto medio parece cada vez más lejana. La estrategia, en su opinión, podría ser separar el tema del aborto del Código Penal y legislarlo de manera independiente, lo que permitiría que otras reformas urgentes puedan avanzar sin quedar bloqueadas por esta cuestión tan polarizante.
El abogado también hizo énfasis en la necesidad de actualizar el Código Penal de manera integral, ya que su estructura sigue anclada a un pasado lejano, sin considerar las realidades sociales y económicas actuales del país. Como ejemplo, mencionó el tema de la mano de obra extranjera, en especial la haitiana, que sigue siendo un factor crucial en la economía dominicana, pero no está adecuadamente regulada por la legislación vigente.
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