Ginebra.– Dos tercios de los hospitales y un tercio de las clínicas en la franja palestina de Gaza han detenido sus operaciones, advirtió hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS), que alertó de la enorme presión sanitaria que sufre ese territorio con más de 5,000 fallecidos y 15,000 heridos en el conflicto.
«Tenemos un aumento de las tasas de mortalidad en personas con enfermedades crónicas», alertó al respecto el director de emergencias de la OMS para Oriente Medio, Rick Brennan.
Subrayó también el riesgo que corren, por ejemplo, las cerca de 200 mujeres que a diario dan a luz en Gaza: «Se puede esperar que un 15 % de ellas sufra algún tipo de complicación», explicó, y en una red sanitaria tan perturbada es difícil que sean tratadas, por ejemplo, de una hemorragia durante el parto.
Similares situaciones viven enfermos con problemas renales que requieren diálisis y otros problemas crónicos, «que cada vez tienen más dificultad en encontrar los servicios que necesitan».
Todo ello, recordó, en un momento en que más de 1,4 millones de palestinos en Gaza son desplazados internos, o donde el agua es un bien escaso: «hay disponibles entre uno y tres litros diarios por persona, cuando el mínimo según los estándares internacionales debería ser 15», reiteró.
«Casi nadie en Gaza ha podido ducharse o tomar un baño en las últimas semanas», subrayó Brennan en conferencia telemática desde El Cairo para la prensa acreditada ante Naciones Unidas en Ginebra.
El responsable regional de emergencias recordó que están aumentando las infecciones respiratorias en Gaza, los brotes diarreicos e incluso problemas dermatológicos como la sarna, debido a la falta de agua y los problemas de higiene generalizados.
La ayuda que ha entrado en Gaza a través de 54 camiones en los pasados tres días ha permitido que la OMS haya entregado medicamentos a tres hospitales, aunque Brennan lamentó que no se haya podido llevar nada al Hospital Turco de Gaza, principal para el cuidado de enfermos de cáncer, ya que se encuentra en una de las zonas más afectadas por los ataques.
«Algunas cajas de suministros fueron llevadas directamente a mesas de operación donde los doctores estaban llevando a cabo cirugías sin anestesia», describió el responsable de OMS.