GINEBRA.- La actual negociación de un tratado global contra las pandemias, que se inició en 2022 y se espera concluir en 2024, se lleva a cabo en una atmósfera de total transparencia, con participación de Estados y actores no estatales, aseguraron hoy representantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Será uno de nuestros instrumentos más transparentes», destacó el representante de asuntos legales de la organización, Steve Solomon, en una rueda de prensa para analizar el estado de las negociaciones, que ya trabajan sobre un borrador de acuerdo y de las que ya se han celebrado cinco rondas.
Según la coordinadora de las negociaciones Precious Matsoso, las negociaciones sientan un importante precedente porque «mientras en otras ocasiones los Estados discuten textos elaborados por abogados, esta vez son los propios miembros los que han recopilado sus ideas para crear el borrador inicial».
El acuerdo que se negocia desde hace un año tiene como objetivo que el mundo no vuelva a pasar una situación como la que enfrentó con la pandemia de covid, en particular en lo relativo a la falta de preparación previa, lo que provocó que se tardará en entender las medidas que se necesitaban y que el virus se extendiera rápidamente.
«Es muy importante llegar a un instrumento jurídicamente vinculante, reconociendo que la covid expuso muchas deficiencias y problemas», subrayó Matsoso.
«Debemos prepararnos mejor y evitar que futuras pandemias alcancen niveles tan catastróficos», añadió, destacando que «después de que siete millones de personas fallecieran de covid, hay que encontrar soluciones».
En marzo, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró que el tratado, convención o instrumento legal similar que se negocia no exigirá a los países ceder parte de su soberanía, respondiendo asi a críticas en este sentido entonces lanzadas por el consejero delegado de Twitter, Elon Musk.
El primer borrador conceptual del posible tratado sugería construir un sistema global de producción y distribución de productos para responder a una pandemia, con el fin de evitar que se repitan los problemas de suministro que la covid evidenció especialmente a inicios de 2020, cuando hubo hasta escasez de mascarillas.
Exhortaba asimismo a garantizar la financiación pública de vacunas, tratamientos y otros productos contra posibles pandemias, y tomar medidas para limitar las cláusulas de confidencialidad en los contratos comerciales entre farmacéuticas y Estados.
El texto recomendaba por otro lado la creación de un órgano rector del tratado, que se reuniría periódicamente en el formato de conferencia de las partes, de manera similar a como lo hacen, por ejemplo, los países signatarios de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.