Naciones Unidas.- La ONU está «totalmente movilizada en Afganistán para proveer ayuda tras el terremoto de las últimas horas que ha dejado ya 1,030 muertos y más de 1.500 heridos, según dijo hoy el secretario general, António Guterres.
En un comunicado, Guterres dijo sentirse muy apenado por el pueblo afgano, «que ya sufre el impacto de años de conflicto, estrechez económica y hambre», pero destacó que «nuestros equipos están ya en el terreno evaluando las necesidades y proveyendo asistencia de emergencia».
El secretario general pidió a la comunidad internacional que ayude a los miles de familias afectadas por el terremoto, porque «ahora es el momento de la solidaridad».
La ONU aún no ha reconocido al gobierno afgano de los talibanes pese a las repetidas peticiones en este sentido, pero siempre destaca que sus diferentes agencias dedicadas a la asistencia humanitaria siguen trabajando en Afganistán, y más en un año donde la larga sequía ha agravado la situación.
Por su parte, este miércoles el representante especial adjunto, coordinador residente y humanitario para Afganistán, Ramiz Alakbarov, precisó en una rueda de prensa telemática con Nueva York que lo que Naciones Unidas no tiene es capacidad de búsqueda y rescate de supervivientes.
El experto, además, indicó que Turquía está «en la mejor posición» para proporcionar equipos de rescate, ya que los otros países de la región «no tienen tanto».
«Hemos hablado sobre ello con la embajada de Turquía aquí (en Kabul) y están esperando la solicitud formal. Podremos hacer tal solicitud solo después de hablar con las autoridades y en función de cuál es la realidad sobre el terreno en este momento», dijo el funcionario, quién apuntó que desde la capital también se sintió ese gran temblor.
El coordinador de las operaciones humanitarias también apuntó que hoy se reunió con la embajada de Pakistán y que han sido «extremadamente generosos».
La pasada semana, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFCR) alertó de que el 70 % de los hogares en ese país no pueden satisfacer las necesidades alimentarias y no alimentarias básicas, un porcentaje que puede verse agravado con el terremoto.
El organismo también estimó que a causa de la sequía, «tres millones de niños corren el riesgo de desnutrición y son susceptibles a enfermedades como la diarrea acuosa aguda y el sarampión debido a la inmunidad debilitada».