SANTO DOMINGO.- El geólogo Osiris de León llamó este domingo al Gobierno, a los agricultores y a la población en general a disminuir el consumo de agua, ante las condiciones excepcionalmente secas que han prevalecido sobre la mitad occidental de nuestra isla durante los meses transcurridos en el presente año 2023 y que prevalecen en la actualidad.
Osiris de León explicó que estamos a la mitad del mes de mayo y las presas a penas cuentan con 400 millones de metros cúbicos de agua como reserva útil, lo que representa casi la mitad de la disponibilidad de agua que se tenía almacenada al comenzar el mes de marzo cuando iniciamos con 740 millones de metros cúbicos, lo que en ese momento ya era un problema, pero hoy es grave.
Asimismo indicó que dada la gravedad de esta situación que ha estado afectando acueductos, canales de riego y producción de alimentos básicos, y sabiendo que la reducción en la producción generalmente incrementa los precios, plantea que es urgente convocar a todos los actores del servicio y del consumo del agua, incluyendo instituciones públicas, juntas de regantes, productores agrícolas, corporaciones de administración del agua, y gobernaciones de provincias en crisis de agua, para adoptar un plan de acción inmediata, porque esta realidad no se puede minimizar, ni subestimar.
Recordó que los 740 millones de metros cúbicos de agua disponibles para principio de marzo ya era una situación crítica, por lo que desde el mismo día 1ro de marzo advirtió al Gobierno, a los agricultores y a todo el país que debíamos comenzar urgentemente a economizar el agua porque los meses de marzo, abril y mayo serían de sequía no estacional.
«Aunque algunos eran de opinión que esa advertencia era una exageración, la realidad pluviométrica ha confirmado que tenía la razón, porque no se trata de adivinar, sino de analizar las condiciones atmosféricas presentes y futuras sobre la evolución del contenido de humedad y la incidencia de los fenómenos de El Niño y La Niña», aseguró.
En ese sentido dijo que para finales del primer trimestre del presente año el fenómeno climático de La Niña, el cual aporta humedad al Atlántico y resequedad al Pacífico, ya estaba en su tramo final, y en tránsito hacia un corto período neutro, por lo que para el verano 2023 se espera el desarrollo de El Niño, el cual aporta resequedad al Atlántico y humedad al Pacífico.
Indicó que las expectativas pluviométricas para la región del Caribe, en lo que resta del año 2023, no son buenas, porque se espera una reducción en la cantidad de vapor de agua presente en la troposfera, situación que se agrava en los períodos donde el polvo del Sahara está presente en nuestra región porque incrementa la resequedad del aire.
Al analizar los niveles de los embalses, dijo que para este domingo el embalse de la presa de Jigüey está en la cota 508.75 msnm, unos 33 metros por debajo del nivel máximo operacional; el embalse de la presa de Sabana Yegua está en la cota 367.75 msnm, unos 29 metros por debajo del nivel máximo operacional; el embalse de la presa de Monción está en la cota 254.55 msnm, unos 25 metros por debajo del nivel máximo operacional; el embalse de la presa de Sabaneta está en la cota 626.10 msnm, unos 18 metros por debajo del nivel máximo operacional; el embalse del complejo Tavera-Bao está en la cota 313.35 msnm, unos 14 metros por debajo de nivel máximo operacional, con apenas 2 metros por encima del piso del canal de interconexión entre Tavera y Bao, lo que indica que si el nivel baja 2 metros más, entonces el agua de Bao no entra a Tavera.
De igual modo, añadió que el embalse de la presa de Valdesia está en la cota 139.85 msnm, unos 10 metros por debajo de nivel máximo operacional, generando un deficit diario de 140 millones de agua para el acueducto de Santo Domingo; y el embalse de la presa de Hatillo está en la cota 78.20 msnm, unos 8 metros por debajo de nivel máximo operacional, lo que afecta el riego de los cultivos de arroz en el nordeste y en el bajo Yuna.
«Es momento de reducir a su mínima expresión el consumo de agua porque las reservas en las presas son mínimas, del mismo modo en que reducimos a su mínima expresión el gasto personal cuando nos queda poco dinero en los bolsillos, y como la lluvia no depende de la autoridad, ni de nuestra voluntad, sino de condiciones atmosféricas, todos debemos contribuir con el ahorro del agua, principalmente en la región suroeste y en la Línea Noroeste, que son las regiones de menor pluviometría, y donde hay mayores impactos negativos en los acueductos, en la agricultura, en la ganadería, y en la economía», puntualizó Osiris de León.
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