REDACCIÓN.- El jefe del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga, alias «Otoniel, aseguró este martes ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que se entregó voluntariamente y que no fue detenido por las autoridades, algo que el presidente colombiano, Iván Duque, desestimó al asegurar que fue capturado en una operación.
El que fue hasta su detención el narcotraficante más buscado de Colombia aseguró en una audiencia ante el alto tribunal, surgido del acuerdo de paz que firmaron el Gobierno y la guerrilla de las FARC en 2016, que se entregó a un grupo de soldados para que le respetaran la vida, según revelaron medios locales.
Esto contrasta con la versión oficial, según la cual «Otoniel» fue detenido el 23 de octubre en una operación conjunta de la Policía colombiana y las Fuerzas Armadas en un punto llamado Cerro Yoki, en jurisdicción de Necoclí, municipio del departamento de Antioquia (noroeste), donde estaba cercado desde hace meses.
Al respecto, Duque aseguró este martes: «Alias ‘Otoniel’ dice que no lo capturaron. Lo primero que quiero decir es: ¿qué va a decir esa sabandija cuando ya esté en un calabozo en una cárcel de EE.UU? Es un criminal que fue capturado, que mató policías, que secuestro gente, que lo veníamos cazando desde hace mucho tiempo».
«Que no venga ahora a dárselas de lucido semejante criminal, él sabe cómo lo capturaron, él sabe hasta donde le llegó la inteligencia y le demostramos que contra el estado no se puede. Así que le queda notificado a esa sabandija, a ese criminal, que cuando se vaya a la cárcel a EE.UU., que es lo que le corresponde con la extradición, va a seguir diciendo lo mismo», añadió Duque.
El pasado 25 de noviembre, el mandatario colombiano aseguró que su Gobierno ha recibido la solicitud formal de extradición a Estados Unidos de «Otoniel».
Estados Unidos pide la extradición del jefe criminal para que responda ante cortes de Nueva York y Florida por cargos relacionados con el narcotráfico.
Contra Úsuga hay en Colombia 122 órdenes de captura y seis sentencias condenatorias, entre ellas dos de 40 y 50 años de prisión, por homicidio agravado, homicidio en persona protegida, desaparición forzada, desplazamiento forzado y reclutamiento ilícito de menores.
UNA VIDA DEDICADA AL CRIMEN
El narcotraficante, de 50 años, lleva toda una vida involucrado en grupos ilegales, desde que integró al Ejército Popular de Liberación (EPL), un grupo maoísta, con 16 años.
Luego pasó a las disueltas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), donde trabajó mano a mano con uno de sus jefes más conocidos, Daniel Rendón Herrera, alias «Don Mario», encargado de lavar activos y pagar extorsiones.
Cuando se desmovilizó de las AUC en 2006 decidió formar su propio grupo junto con un hermano, que inicialmente se llamó «Los Urabeños».
Ese grupo se fue extendiendo hasta convertirse en la banda más grande del país, acusada de homicidios selectivos, asesinatos de líderes sociales, reclutamiento de menores, extorsiones, desapariciones forzosas y desplazamiento y confinamiento.
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