SANTO DOMINGO.- La muerte de un niño en una estancia infantil de INAIPI en San Francisco de Macorís y el incidente en el que un niña cayó del cuarto piso de un centro de CONANI en la capital ponen en la mira los protocolos de atención aplicados en esas instalaciones y la rigurosidad en la selección del personal que atiende a los menores de edad, generando preocupación entre padres de familias y quienes pensaban enviar a sus hijos para que sean cuidados.
Madres de sectores populosos de la capital temen dejar a su hijos a los Centros de Atención Primaria a la Primera Infancia (CAIPI) de sus sectores al asegurar no confiar en el cuidado que podrían darle sus pequeños mientras están trabajando, luego de que un niño perdió la vida ahogado en circunstancias que aún se investigan.
Asimismo, entienden que debe capacitarse al personal que estará bajo el cuidado de los niños tanto en el Caipi como en los centros de CONANI en las barriadas, para garantizar la salud, cuidado en integridad de los infantes.
La muerte por asfixia por inmersión del niño Maikel Esmil Castro Álvarez de un año mientras era cuidado en un centro CAIPI de San Francisco de Macorís aún se investiga, según indicaron desde la dirección de comunicaciones del Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (INAIPI), cuyos miembros indicaron también que frecuentemente capacitan al personal que cuida a los niños.
Asimismo, se investiga la caída de una niña desde el cuarto piso de uno de los albergues de Conani, cuyo estado de salud es estable en el Hospital Hugo Mendoza y aún no recibe la visita de sus parientes.
Las indagaciones de ambos casos que han generado consternación en la sociedad son llevadas a cabo por el Ministerio Público.