1.- Los años vividos, compartiendo con sectores económicos, sociales y políticos de las más diversas ubicaciones clasistas e ideologías, nos han permitido formarnos una idea de aquellos con los cuales de manera habitual alternamos.
2.- Para someter a examen la conducta de una persona, no basta con saber de su formación hogareña, sino cuál ha sido y es su actitud ante la vida.
3.- El conocimiento poco profundo del accionar público y privado de un individuo, no da solidez y fundamento para juzgarlo como ente social bueno o malo. El discurrir de los años, el tiempo hace posible enjuiciarlo.
4.- Partiendo de lo anterior, creemos que para tomar en consideración si una persona sirve o no sirve, hay que conocerla por lo que es y hace, por sus actuaciones, no por lo que diga de sí misma, o lo que otro quiera endilgarle.
5.- Una persona que carece de valía es, a nuestro entender, aquella que se dobla porque en ella está presente la hipocresía, se maneja muy normal como engañosa, demostrando así su fariseísmo.
6.- Ese que tiene por costumbre mentir, en nuestro medio es notorio porque se ha hecho abundante, con la agravante de que como farsante se hace pasar por transparente, aunque su característica es la de ser infundioso.
7.- En la medida que la sociedad dominicana se hace más dañosa, sobresale el que odia, que no se quita de la mente jeringar porque, al ser rencoroso, al más noble no lo puede ver ni en fotografía.
8.- Da lástima, motiva pena ver cómo se ha desarrollado entre nosotros contaminarse, hasta el punto de que individuos con una buena crianza se han envilecido de tal forma que asombra su granujada, por caer muy bajo, hasta llegar a arrastrarse como una culebra.
9.- El más nuevo sinvergüenza del medio social dominicano, es el pedigüeño, que hace de fino pedigón para estar de lujoso a costa de los que caen como pendejos.
10.- Aquí, hoy, están de pláceme los que disfrutan el chisme. El chismoso, trapacero y correveidile, se han convertido en figuras tan abundantes como despreciables. Ellos son buenos aliados de los vagabundos.
11.- Aquel que en nuestro país se siente a gusto con el hazmerreír, ha encontrado al bufón de la nueva cultura dominicana, el allantoso. Este adefesio de la nueva ola, por dinero, hace desde payaso hasta de plañidero.
12.- Aquí se mantiene en efervescencia el sinvergüenza, porque es de mucha utilidad, ya que se presta para cualquier operativo, especialmente si tiene un mal de fondo. Demuestra eficiencia para hacer cosas sucias contra las personas de bien.
13.- El ambiente nacional dominicano es para permanecer orejón, lo más arisco posible, porque el que tú menos piensas engaña, da para arreglar la cama, embobar y poner a dormir largo y tendido.
14.- Porque estamos en la etapa dominicana adecuada para el que no sirve o sirve muy poco, es visto como buen ciudadano el manganzón que se contenta con vivir, pasarla de oro, a costa de la mujer y el hombre laborioso.
15.- Que nadie se sorprenda. Estamos en la etapa del puñetero que se siente a las mil maravillas haciendo todas clases de diabluras, y mientras más perverso, más apreciado es en los lugares donde nos movemos.
16.- Porque cualquier sagú cree ser muy sabio, y logra colocarse en los partidos del sistema, la politiquería ha confundido a la gente buena, llevándola a juntarse con negociantes de la política. No hay de otra, por ahora, esto es lo que tenemos.
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