Los Pandora Papers revelan el funcionamiento interno de una economía secreta que beneficia a los ricos y bien conectados a expensas de todos los demás.
Millones de documentos filtrados, que dieron pie a la mayor colaboración periodística en la historia, revelan los secretos financieros de 35 jefes y exjefes de Estado, más de 330 funcionarios en más de 91 países y territorios, así como un abanico global de fugitivos, estafadores y asesinos.
Estos papeles secretos exhiben los negocios offshore del Rey de Jordania, de los presidentes de Ucrania, Kenia y Ecuador, del primer ministro de República Checa, y del exprimer ministro británico Tony Blair. Los archivos también detallan las actividades financieras del “ministro oficioso de propaganda” del presidente ruso Vladimir Putin, y de más de 130 multimillonarios de Rusia, Estados Unidos, Turquía y otras naciones.
Los documentos filtrados revelan que muchos de los actores que podrían acabar con el sistema offshore son en realidad beneficiarios de sus servicios, escondiendo bienes en sociedades de papel y trusts o fideicomisos, mientras sus gobiernos hacen poco para frenar el flujo global de dinero ilícito que enriquece los delincuentes y empobrece las naciones.
Entre los tesoros escondidos que revelan los documentos, destacan:
-Un castillo de 22 millones de dólares en la Riviera Francesa, con todo y cine y dos albercas, comprado a través de sociedades offshore por el Primer Ministro populista de República Checa, un multimillonario quien ha hecho campaña contra la corrupción de las élites económicas y políticas.
-Más de 13 millones de dólares escondidos en un trust opaco en los Grandes Llanuras de Estados Unidos por el vástago de una de las familias más poderosas de Guatemala; una dinastía que controla empresas de fabricación de jabón y labiales, que ha sido acusada de provocar daños a sus trabajadores y al medio ambiente.
-Tres mansiones en la costa de Malibú, que el Rey de Jordania compró por 68 millones de dólares a través de tres sociedades offshore años después de la Primavera Árabe, en la cual los jordanos salieron a las calles para protestar contra el desempleo y la corrupción.
Estos documentos secretos son conocidos como los Pandora Papers, o Papeles de Pandora.
El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) obtuvo más de 11.9 millones de documentos confidenciales y encabezó un equipo de más de 600 periodistas de 150 medios, incluyendo El Informe con Alicia Ortega del Grupo SIN, quienes dedicaron dos años a examinarlos meticulosamente, a rastrear las fuentes y a excavar en los archivos judiciales y otros registros públicos de decenas de países.
Los documentos filtrados provienen de 14 firmas proveedoras de servicios offshore instaladas en varios países. Estas firmas incorporan sociedades de papel y otros escondites offshore para sus clientes, quienes generalmente buscan mantener sus operaciones financieras en las sombras. La información incluida en los archivos rebasa cerca de tres veces el número de operaciones offshore de jefes de Estado reveladas en las anteriores filtraciones de documentos sobre paraísos fiscales, y más de dos veces el número de transacciones de servidores públicos.
Los hallazgos del ICIJ y de sus medios aliados exhiben cómo la finanza ultrasecreta ha infiltrado la política internacional, y muestra por qué los gobiernos y las organizaciones globales han hecho tan poco para acabar con los abusos financieros offshore.
Un análisis realizado por ICIJ a los documentos secretos identificó 956 sociedades en paraísos fiscales vinculados con 336 políticos y funcionarios de alto nivel, incluyendo jefes de Estado, ministros, embajadores y otros. Más de las dos terceras partes de estas sociedades estaban incorporadas en las Islas Vírgenes Británicas, una jurisdicción que durante mucho tiempo fue considerada como una pieza clave en el sistema offshore.
Por lo menos 11.3 billones de dólares (11.3 trillions, en inglés) están guardados “offshore”, según un estudio publicado en 2020 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Debido a la complejidad y la secrecía del sistema offshore, resulta imposible distinguir cuántos de estos recursos están ahí por evasión de impuestos u otros delitos, y cuántos vienen de fuentes legítimas y han sido reportados ante las autoridades tributarias.
Todos los rincones del mundo
La investigación Pandora Papers devela los dueños secretos de sociedades offshore, cuentas bancarias anónimas, jets privados, yates, mansiones u obras de arte de Picasso, Bansky y otros maestros. La información que ofrece es más detallada que la que suelen obtener las autoridades gubernamentales, las cuales a menudo padecen medidas de austeridad.
Entre los personajes que los documentos vinculan con bienes offshore resaltan la superestrella de cricket de la India, Sachin Tendulkar, la diva de la música pop Shakira, la supermodelo Claudia Schiffer y un mafioso italiano conocido como “Lell El Gordo”.
Este mafioso, Raffaelle Amato, ha sido vinculado con al menos una docena de asesinatos. Los documentos filtrados ofrecen detalles sobre una sociedad de papel registrada en Reino Unido, que Amato utilizó para comprar terrenos en España poco antes de huir de Italia, para instalar en la península ibérica su propio grupo criminal. Amato, cuya historia inspiró la multipremiada película “Gomorra”, está cumpliendo una pena de cárcel de 20 años.
Los abogados de Amato no contestaron solicitudes de comentarios.
El abogado de Tendulkar dijo que las inversiones del jugador de cricket son legítimas y han sido declaradas ante las autoridades tributarias. Un abogado de Shakira dijo que la cantante declaró sus sociedades offshore y que éstas no otorgaban ventajas fiscales, según el abogado. Representantes de Schiffer dijeron que la top model pagó sus impuestos en Reino Unido, donde reside.
En la mayoría de los países, controlar activos offshore o usar sociedades de papel para hacer negocios transfronterizos no es ilegal. Las personas que hacen negocios internacionales afirman que necesitan estas sociedades offshore para llevar a cabo sus asuntos financieros.
Sin embargo, estos asuntos suelen resumirse en canalizar las ganancias de los países con impuestos elevados donde se generan estas ganancias hasta sociedades que solo existen en papel en jurisdicciones de baja recaudación fiscal. El uso de estas guaridas offshore es particularmente controversial para figuras políticas, porque consiste a menudo en estrategias para alejar sus actividades impopulares o incluso de corrupción, del escrutinio público.
El imaginario popular suele reducir el sistema offshore a un grupo de islas lejanas y dispersas, cubiertas de palmas. Los Pandora Papers muestran que la maquinaria del dinero offshore opera en todos los rincones del mundo, incluyendo en las democracias más sólidas. El sistema se basa también en instituciones de las élites como los bancos multinacionales, los despachos de abogados y las firmas de contaduría con sede en Estados Unidos y Europa.
Un documento de los Pandora Papers muestra, por ejemplo, que diversos bancos han creado por lo menos 3 mil 926 sociedades offshore para sus clientes, de la mano con Alemán, Cordero, Galindo & Lee, una firma de Panamá dirigida por el exembajador de Panamá en Estados Unidos. El documento muestra que el despacho, también conocido como Alcogal, creó por lo menos 312 compañías en las Islas Vírgenes Británicas (BVI) a solicitud del gigante de servicios financieros Morgan Stanley.
Un vocero de Morgan Stanley dijo: “No creamos compañías offshore (…) este proceso se hace de manera independiente de la firma, y a la discreción y beneficio del cliente
La investigación Pandora Papers también revela la manera en que Baker McKenzie, el despacho de abogados más grande de Estados Unidos, ayudó en crear el sistema offshore moderno y sigue siendo un pilar en esta economía de las sombras.
Baker McKenzie y sus despachos afiliados en el mundo han usado sus quehaceres en materia de cabildeo y de creación legislativa para diseñar leyes financieras en diversos países. También han hecho negocios para personas y empresas vinculadas con fraudes, corrupción y regímenes autoritarios, según encontró el ICIJ en la investigación.
Entre las personas clientes de Baker McKenzie figura el oligarca de Ucrania Ihor Kolomoisky, al que las autoridades estadunidenses acusan de lavar 5 mil 500 millones de dólares a través de una red de sociedades de papel, con la compra de propiedades industriales y comerciales en el corazón de Estados Unidos.
Baker McKenzie también trabajó para el financiero Jho Low, quien está ahora prófugo, acusado en varios países de idear un megafraude de 4 mil 500 millones de dólares a un fondo de desarrollo económico de Malasia, conocido como 1MDB. La investigación de ICIJ encontró que Low y sus cómplices recibieron la ayuda de Baker McKenzie y sus afiliados para crear una red de sociedades en Malasia y Hong Kong. Las autoridades de Estados Unidos sostienen que usaron algunas de estas sociedades para canalizar recursos saqueados de 1MDB.
Un vocero de Baker McKenzie dijo que la firma busca proveer las mejores asesorías fiscales y legales a sus clientes, y se esfuerza en “asegurarse que nuestros clientes se adhieren a la ley y a las mejores prácticas”.
El vocero no respondió de manera específica a muchas preguntas sobre el papel de Baker McKenzie en la economía offshore, citando la confidencialidad de sus clientes y el privilegio legal. Dijo que la firma lleva a cabo estrictas revisiones a los antecedentes de todos sus clientes potenciales.
“Ya sabes quién”
La investigación Pandora Papers es incluso más grande y más global que la investigación emblemática Panama Papers de ICIJ, que sacudió el mundo en 2016 y desembocó en operativos, en la adopción de nuevas leyes en decenas de países, y provocó la caída de primeros ministros en Islandia y en Pakistán.
Los Panama Papers provenían de los archivos de un solo proveedor de servicios offshore: la firma panameña Mossack Fonseca. Los Pandora Papers arrojan luz sobre un abanico mucho más amplio de abogados, intermediarios y brokers que operan en el corazón de la industria offshore.
Los Pandora Papers proveen dos veces más información sobre los dueños de compañías offshore que los Panama Papers. En total, la nueva filtración exhibe a los dueños reales de más de 29 mil sociedades offshore. Estos dueños vienen de más de 200 países; los grupos más numerosos son de Rusia, Reino Unido, Argentina y China.
Entre los 150 medios que se sumaron a la colaboración destacan el Washington Post, la BBC, Radio France, Ostro Croatia, el Indian Express, The Sandard de Zimbabwe, Le Desk de Marruecos, el Diario El Universo de Ecuador y El Informe con Alicia Ortega de República Dominicana.
Un equipo internacional fue necesario para llevar a cabo la investigación, porque los 14 proveedores de los que vienen los documentos tienen oficinas en todo el mundo, desde el Caribe hasta el Golfo Pérsico, pasando por el Mar de la China Meridional.
Tres de los proveedores pertenecen o son administrados por exfuncionarios; uno fue ministro y otro asesor del presidente en Panamá; un exprocurador general de Belice, por su parte, controla dos proveedores.
A cambio de unos cientos o escasos miles de dólares, los proveedores offshore pueden ayudar a sus clientes a incorporar sociedades offshore cuyos dueños permanecen ocultos. O, a cambio de 2 mil hasta 25 mil dólares, pueden crear un trust que, en algunos casos, permite a sus beneficiarios administrar su dinero y a la vez crear la ficción legal de que no lo controlan; una forma creativa de usar un pedazo de papel que esconde los bienes de quiénes los podrían buscar, como potenciales acreedores, policías, agentes fiscales o exesposas.
Los operadores del mundo offshore no actúan de manera aislada. Trabajan de la mano con otros proveedores de servicios para entrelazar capas de sociedades y trusts en el mundo. A mayor complejidad de las estructuras, mayores costos, pero también mayor secrecía y protección para los clientes.
Los Pandora Papers muestran que un contador inglés basado en Suiza trabajó de la mano con abogados en las Islas Vírgenes Británicas para ayudar el rey de Jordania, el Rey Abdullah II, a comprar 14 casas en Estados Unidos y Reino Unido de manera secreta, por más de 106 millones de dólares. Sus asesores le ayudaron a crear al menos 36 sociedades de papel entre 1995 y 2017.
En 2017, el rey compró una propiedad de 23 millones de dólares que domina una playa de surfistas en California. El rey realizó un pago extra para que otra sociedad de BVI, controlada por sus asesores patrimoniales de Suiza, actuara como directora “nominee” o de papel para la sociedad de BVI que adquirió la propiedad.
En el mundo offshore, los directores nominees son personas o compañías pagadas para actuar como fachada en lugar de la persona que realmente está detrás de una compañía. En un formulario de Alcogal, el despacho que trabajó para el rey indicó que el uso de directores nominees ayudaría a “preservar la privacidad, al impedir que la identidad del beneficiario final (…) sea accesible al público”.
En correos, los asesores offshore se referían al rey en clave: “Ya sabes quién”.
Abogados británicos del rey dijeron que la ley de Jordania no le obliga a pagar impuestos, y que tiene razones de seguridad y privacidad para controlar propiedades a través de sociedades offshore. Dijeron que el rey nunca malversó fondos públicos.
Los abogados también dijeron que la mayoría de las sociedades y propiedades identificadas por ICIJ no tienen conexión con el rey o ya no existen, pero no dieron más detalles.
Expertos opinan que, como dirigente de uno de los países más pobres y dependientes de la ayuda extranjera de Medio Oriente, el rey tiene motivos para no ostentar su riqueza.
“Si el rey de Jordania exhibiera su riqueza de manera más abierta, no solo generaría antagonismos en su población, sino enojaría a los patrocinadores occidentales que le dieron dinero”, dijo Annelle Sheline, experta en autoridades políticas y religiosas en Medio Oriente, a ICIJ.
En el vecino Líbano, donde han surgido debates similares respecto a la riqueza y la pobreza, los Pandora Papers muestran que personajes del más alto nivel político y financiero también usaron paraísos fiscales.
Entre ellos figuran el primer ministro actual, Najib Mikati, y su predecesor Hassan Diab, así como Riad Salameh, el gobernador del Banco Central, quien está siendo investigado en Francia por presuntas acciones de lavado de dinero.
Marwane Keireddine, exministro de Estado de Líbano y potentado presidente del banco Al Mawarid, también aparece entre los documentos secretos. En 2019, regañó a sus antiguos colegas legisladores por su inacción ante la terrible crisis económica. La mitad de la población estaba viviendo en la pobreza, luchando para encontrar comida a medida que las panaderías y las tiendas clausuraron.
“Hay evasión de impuestos y el gobierno necesita actuar”, dijo Kheireddine.
Los Pandora Papers revelan que, el mismo año, Kheireddine firmó documentos como dueño de una sociedad de BVI que controla un yate de dos millones de dólares.
Un año más tarde, en 2020, medios libaneses y extranjeros reportaron que Kheireddine compró un departamento en Manhattan a la estrella de Hollywood Jennifer Lawrence. Cuando salió la nota sobre el departamento de Manhattan, un grupo de manifestantes incendió un edificio en Beirut, pensando que le pertenecía. Su banco es uno de los muchos en el país que restringió a sus clientes los retiros en dólares para mitigar la crisis económica.
Wafaa Abou Hamdam, una viuda de 57 años, forma parte de los libaneses de a pie que siguen enojados con las élites de su país. Como producto de la inflación, sus ahorros se esfumaron: del equivalente a 60 mil dólares, se desplomaron a menos de 5 mil dólares, dijo Daraj, un medio socio de ICIJ.
“Todos los esfuerzos de mi vida fueron en vano. He trabajado sin parar en las últimas tres décadas”, dijo. “Seguimos luchando a diario para sobrevivir” mientras “los políticos y los banqueros (…) quienes se llevaron nuestros ahorros transfirieron e invirtieron su dinero en el extranjero”.
Kheireddine y Diab no contestaron a una solicitud de comentario. En una respuesta por escrito, Salameh dijo que reporta sus bienes y ha complido con todas las obligaciones vigentes en la ley del Líbano. Maher, el hijo de Mikati, comentó que es común para los libaneses usar compañías offshore “debido al proceso fácil de incorporación”, más que para evadir impuestos.
“Coalición de los corruptos”
Imran Khan, la superestrella pakistaní de cricket que se volvió político con un fuerte discurso anticorrupción, se exaltó cuando los Panama Papers de ICIJ salieron a la luz, en abril de 2016.
“Las filtraciones son enviadas por Dios”, dijo.
Los Panama Papers revelaron que los hijos del entonces primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, tenían vínculos con por lo menos tres sociedades offshore. Esto dio a Khan un pretexto para hundir a Sharif, su rival político, en lo que Khan describió como la “coalición de los corruptos” que destroza Pakistán.
“Es asquerosa la manera en que se saquea el dinero del mundo en desarrollo, de personas quienes ya fueron privadas de los servicios básicos: salud, educación, justicia y empleo”, dijo a The Guardian, socio de ICIJ, en 2016. “Este dinero es canalizado en cuentas offshore, o en países occidentales, en bancos occidentales. Los pobres se vuelven más pobres. Los países pobres se vuelven más pobres, y los países ricos se vuelven más ricos. Las cuentas offshore protegen a estos ladrones”.
Como resultado de una investigación detonada por los Panama Papers, la corte suprema de Pakistán removió a Sharif de su cargo. Khan se precipitó en sustituirlo en la siguiente elección nacional.
Los documentos también muestran que, en 2016, el ministro de recursos hídricos de Khan, Chaudry Moonis Elahi, contactó Asiaciti un proveedor de servicios offshore basado en Singapur para crear un trust en el que invertiría los ingresos de un negocio inmobiliario familiar que había sido financiado por un crédito, que el prestamista denunció posteriormente como ilegal. El banco dijo a las autoridades pakistaníes que el crédito se había aprobado gracias a la influencia del padre de Elahi, quien había sido viceprimer ministro.
Los archivos de Asiaciti muestran que Elahi dio marcha atrás a un plan que consistía en depositar dinero en un trust de Singapur, después que el proveedor le adelantó que debería reportar la operación a las autoridades fiscales de Pakistán.
Elahi no contestó solicitudes de comentarios. A través de un vocero, Khan no respondió directamente a las preguntas sobre los integrantes de su primer círculo que tienen compañías offshore. El vocero dijo que la administración de Khan elevó la rendición de cuentas y la transparencia como una prioridad alta, y amplió el número de funcionarios que tienen la obligación de declarar sus inversiones.
Otras figuras políticas en el mundo se han expresado también contra el sistema offshore mientras estaban rodeados por ayudantes y apoyos que controlan bienes guardados offshore. Algunos incluso han usado el sistema personalmente.
“Todos los bienes de los servidores públicos deben ser declarados públicamente para que las personas puedan cuestionar y preguntar: ¿Qué es legítimo?”, dijo el presidente keniano Uhuru Kenyatta a un entrevistador de la BBC en 2018. “Si no lo puedes explicar, incluyéndome a mí mismo, entonces tengo un caso que resolver”.
Los archivos filtrados exhiben a Kenyatta y su madre como beneficiarios de una fundación secreta en Panamá. Otros de sus familiares, incluyendo su hermano y dos hermanas, controlan cinco compañías offshore con bienes de más de 30 millones de dólares, según los documentos.
Kenyatta y su familia no contestaron a un cuestionario.
El primer ministro checo, Andrej Babis, una de las personas más ricas de su país, llegó al poder con la promesa de atacar la evasión fiscal y la corrupción. En 2011, a medida que se involucraba más en la política, Babis expresó a sus votantes su deseo de construir un país “donde los empresarios harán negocios y estarán felices de pagar impuestos”.
Los documentos filtrados muestran que, en 2009, Babis inyectó 22 millones de dólares en una cadena de compañías de papel para comprar una propiedad suntuosa, conocida como Chateau Bigaud, en el pueblo de Mougins, en Francia, cerca de Cannes.
Babis no incluyó estas sociedades de papel y propiedades en las declaraciones patrimoniales que debe publicar como servidor público, según documentos obtenidos por Investigace.cz, socio de ICIJ en República Checa. En 2018, un conglomerado inmobiliario controlado por Babis compró las compañías de Mónaco que eran propietarias del castillo y la villa.
Babis no contestó a nuestras solicitudes de comentario.
Un vocero del conglomerado dijo a ICIJ que la compañía cumple con los requisitos legales. No contestó a las preguntas sobre la adquisición del castillo. “Como cualquier otra entidad de negocios, tenemos el derecho de proteger nuestros secretos comerciales”, escribió.
“Refugio para estafas”
Los documentos secretos contrastan ciertos pronunciamientos públicos expresados este año sobre riquezas, desigualdades y refugios offshore, en una época en que los gobiernos del mundo batallan con la caída de sus ingresos, una pandemia, el cambio climático y la desconfianza ciudadana.
En febrero pasado, el Instituto Tony Blair por un Cambio Global urgió los tomadores de decisión a promover, entre otras medidas, más impuestos sobre las tierras y las residencias. Blair, fundador y presidente ejecutivo del instituto, habló de cómo los ricos y las personas bien conectadas han eludido el pago de impuestos desde por lo menos 1994, cuando hizo campaña para convertirse en el líder del Partido Laborista de Reino Unido.
“Para quiénes pueden pagar a los contadores adecuados, el sistema fiscal es un refugio para estafas, beneficios… y ganancias”, dijo durante un discurso en West Midlands. “No deberíamos convertir nuestras leyes tributarias en un campo de juego para los evasores fiscales, quienes pagan poco o nada mientras otros pagan más de lo que les corresponde”.
Los Pandora Papers muestran que, en 2017, Blair y su esposa, Cherie, se volvieron dueños de un edificio Victoriano de 8.8 millones de dólares, cuando adquirieron una compañía de las Islas Vírgenes Británicas que controlaba la propiedad. El edificio, situado en Londres, es ahora la sede del despacho legal de Cherie Blair.
Los documentos indican que Cherie Blair y su esposo, quien fue diplomático en Medio Oriente después de renunciar al cargo de primer ministro en 2007, adquirieron la sociedad inmobiliaria offshore que poseía el inmueble a la familia del ministro de Bahrein para la Industria y el Turismo, Zayed bin Rashid al-Zayani.
Al comprar las acciones de la compañía en lugar del edificio, los Blair se beneficiaron de un arreglo legal que les permitió evitar el pago de 400 mil dólares en impuestos sobre la propiedad.
Los Blair y los al-Zayani dijeron que, en un principio, no sabían que los otros estaban involucrados en la operación.
Cherie Blair dijo que su esposo no estuvo involucrado en la transacción, cuyo propósito según ella consistió en “regresar la compañía y el edificio en el régimen legal y regulatorio de Reino Unido”. También dijo que “no quería ser dueña de una compañía de BVI” y que “el vendedor, por sus motivos personales, solo quería vender la compañía”. La sociedad está ahora clausurada.
A través de su abogado, los al-Zayani dijeron que sus sociedades “cumplieron con todas las leyes pasadas y actuales de Reino Unido”.
“Éstos son vacíos legales que pueden aprovechar los ricos pero no las otras personas”, dijo Robert Palmer, director ejecutivo de la Red por la Justicia Fiscal (Tax Justice Network), a The Guardian. “Los políticos deben corregir el sistema fiscal para que todos paguen su justa parte”.
En junio, el ministro brasileño de Economía, Paulo Guedes, propuso una reforma fiscal que contemplaba un nuevo impuesto de 30% a las ganancias obtenidas a través de entidades offshore. Expertos estiman que los más ricos de Brasil controlan cerca de 200 mil millones de dólares en entidades fuera del país, no sometidas al impuesto.
“No deberías sentir vergüenza por ser rico”, dijo Guedes. “Debes avergonzarte por no pagar impuestos”.
Después que banqueros y líderes empresariales se opusieron al aumento de impuestos en la legislación, Guedes, también millonario y exbanquero, accedió a remover el impuesto sobre las ganancias offshore. Las negociaciones sobre la reforma fiscal siguen en curso.
Los Pandora Papers revelan que Guedes creó Dreadnoughts International Group en 2014 en las BVI.
En respuesta a la Revista Piauí, socio de ICIJ en Brasil, un vocero de Guedes dijo que el ministro declaró la compañía ante las autoridades de Brasil. El vocero no entregó documentos que lo demuestren, y no contestó a una pregunta sobre la remoción del impuesto offshore en la legislación.
“Caja de Pandora”
En diciembre de 2018, Bahamas lanzó una legislación que obligaba a las compañías y algunos trusts a declarar sus dueños reales a una oficina de registro gubernamental. La nación isleña se encontraba bajo la presión de países más grandes, entre ellos Estados Unidos, para expulsar a los evasores de impuestos y los delincuentes del sistema financiero offshore.
Algunos políticos de Bahamas se opusieron a la iniciativa. Se quejaron de que el registro ahuyentaría a algunos clientes ricos de América Latina que dejarían de hacer negocios en el Caribe. “Los ganones de estos dobles estándares son los estados de Delaware, Alaska y Dakota del Sur en Estados Unidos”, dijo un abogado local.
Meses después, un documento secreto indicó que la familia del otrora vicepresidente de República Dominicana, Carlos Morales Troncoso, dejó de usar a Bahamas como refugio para su fortuna.
Como nueva guarida, eligieron un nuevo lugar ubicado a 2 mil 500 kilómetros de ahí: Sioux Falls, en Dakota del Sur.
Según los documentos, la familia creó trusts en Dakota del Sur para guardar varios activos, como las acciones que tenía en una empresa azucarera dominicana. La familia Morales no respondió a preguntas sobre el movimiento de sus bienes de Bahamas a Dakota del Sur.
Los Pandora Papers revelan movimientos de decenas de millones de dólares desde paraísos fiscales del Caribe y Europa hacia Dakota del Sur, un estado de Estados Unidos escasamente poblado, que se ha convertido en una destinación atractiva para los activos extranjeros.
En la última década, Dakota del Sur, Nevada y más de una docena de otros estados de Estados Unidos se han transformado en líderes de la industria del secreto financiero. Al mismo tiempo, las naciones más poderosas han mantenido su atención, y la de sus autoridades, en los paraísos fiscales “tradicionales”, como las Bahamas, las islas Caimán y otras islas paradisiacas.
Estados Unidos es uno de los actores más pesados en el mundo offshore. Es, también, el país mejor posicionado para acabar con los abusos financieros offshore, gracias al papel central que juega en el sistema bancario internacional. Como el dólar es, de facto, la moneda global, la mayor parte de las transacciones internacionales fluyen desde y hacia plazas bancarias basadas en Nueva York.
En las últimas dos décadas, las autoridades de Estados Unidos han tomado acciones para obligar a los bancos de Suiza y otros países a entregarles información sobre los estadounidenses dueños de cuentas bancarias en sus jurisdicciones.
Pero Estados Unidos está más interesado en obligar a los demás países a entregar información sobre las operaciones bancarias offshore de los estadounidenses que en compartir información sobre el dinero que se mueve a través de las cuentas bancarias, las compañías de papel y los trusts registrados en su propio país.
En 2014, Estados Unidos se negó a sumarse a un acuerdo apoyado por más de 100 jurisdicciones incluyendo Islas Caimán y Luxemburgo que hubiera obligado a las instituciones financieras estadounidenses a compartir la información que tienen sobre los bienes de personas extranjeras.
Año tras año en Dakota del Sur, legisladores locales han aprobado leyes diseñadas por cabilderos de la industria de los trusts, que proveen cada vez más protección y beneficios a los clientes de los trusts, ya sean estadounidenses o extranjeros. El valor de los bienes guardados en trusts de Dakota del Sur se disparó más de cuatro veces en la última década, hasta alcanzar 360 mil millones de dólares. Una de las principales empresas de trusts presume que tiene clientes de 54 países y de 47 estados de Estados Unidos, entre ellos más de 100 multimillonarios. “Como ciudadana, estoy muy triste porque mi estado fue el que abrió la caja de Pandora”, dijo Susan Wismer, una ex legisladora, a ICIJ.