SANTO DOMINGO.- Secuelas psicológicas padecen pasajeros que iban a bordo del vuelo de la aerolínea Red Air, donde algunos de ellos aseguran vivieron momentos de terror y angustia al pensar que no volverían a reencontrarse con sus seres queridos.
Momentos aterradores se vivieron en el interior de la aeronave pasajeros y tripulantes salían despavoridos por toboganes y las alas del avión que ardía en llamas.
Una de las pasajeras de ese vuelo es la señora Sadijxa Mariño, quien por motivos de trabajo, acostumbra a viajar hasta tres veces por semana desde Santo Domingo a Miami y Venezuela, asegura nunca haber sido testigo de un accidente como ese.
“El vuelo fue normal hasta el aterrizaje, se sintió que algo se había roto, parecía que el avión se iba a voltear y afortunadamente el piloto aceleró durísimo y no se volteó sino que se estrelló”, contó Mariño en una entrevista a Noticias SIN.
Dijo que al momento del incendio se encontraba justo en la ventanilla del ala del avión desde donde pudo apreciar las llamas y al notar que otro pasajero abrió la puerta de emergencia salió despavorida.
“Como aterrador e indescriptible”, así califica Mariño el vuelo 203 de Red Air procedente de Santo Domingo con destino a Miami, donde viajó para traer a su hijo de 12 años al país quien se gradúa el próximo viernes.
A un día después del accidente aéreo y volver a tomar vuelo junto a sus dos hijos, la mujer explica que la angustia le embargó al aterrizar.
“Me puse a llorar desesperada y mi hijo me decía cálmate, viajo tres veces por semana pero tengo que buscar ayuda”, fueron las palabras de Mariño.
Aún con dificultad para expresarse al recordar la desesperación que sintió, narró que ante el temor de no volver a reencontrarse con sus hijos la ha hecho reflexionar y reprogramar sus prioridades al considerar que ese pudo ser su último día de vida.
“Yo trabajo mucho por este negocio que es un concepto mío y todo lo demás, pero no sigo peleando con la gente porque puedo estar hoy como puedo no estar, eso no lo había concientizado nunca”, expresó sin salir del asombró por lo ocurrido.
Dijo que el hecho le pareció como escenas de una película y agradece a Dios el estar con vida, “Es algo increíble venía conversando con mis hijos ahorita de camino para acá y me duele mucho el cuello, claro ya cuando llegué aquí y me monté el carro es como si me cayeran quilos encima entonces dije tengo que buscar una persona para que me evalué y alguien para que me de apoyo porque yo tengo viajar”.
De los 130 pasajeros y la tripulación que iban a bordo no hubo víctimas mortales, solo algunos de ellos sufrieron lesiones menores.
Aunque reiteró que no dejará de realizar sus acostumbrados vuelos, Mariño expresó que buscará asistencia psicológica para poder superar el trauma causado por el accidente aéreo.
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