REDACCIÓN.- Los piojos son unos insectos que viven en el pelo de las personas. Se alimentan de la sangre que chupan al picar. Son muy frecuentes en la edad escolar.
Se transmiten de unas personas a otras por contacto directo. Al rozarse o tocarse las cabezas, el piojo pasa de un pelo a otro con gran facilidad. También se puede trasmitir por el intercambio de peines u otros accesorios.
Una vez en el pelo, el piojo crece de forma rápida, colocando sus huevos cerca del cuero cabelludo. Cada piojo hembra pone de 6 a 10 liendres (que son los huevos del piojo) al día. A los 8-10 días sale del huevo un piojo que enseguida empieza a picar. A las dos semanas, este piojo se ha convertido en adulto y comienza a multiplicarse. Su capacidad de multiplicación y la facilidad que tiene para pasar de una persona a otra es lo que explica la gran capacidad de difusión del piojo.
Los síntomas que produce son picor y rascado. Ante esto, hay que revisar la cabeza, especialmente detrás de las orejas y cerca de la nuca, buscando el piojo o las liendres. Éstas son unas motas blancas muy pegadas al pelo. A simple vista se pueden confundir con la caspa, pero ésta se despega fácilmente del pelo y la liendre no, porque se pega con mucha fuerza y es necesario tirar de ellas. Las liendres muertas se despegan mejor.
Se pueden utilizar preparados que llevan antiparasitarios para piojos. Los medicamentos más utilizados son los derivados de los piretroides, sobre todo la permetrina al 1% en crema o loción. Se puede utilizar desde los 3 meses de vida, aunque en menores de 2 años, especialmente en menores de 6 meses, es mejor retirar las liendres y los piojos con la mano.
Los pasos del tratamiento son los siguientes:
Si a pesar del tratamiento repetido sigue habiendo infestación, se puede utilizar la permetrina al 1% durante 30-60 minutos, incluso toda la noche (con un gorro de ducha).
En el caso de que no consigan eliminarse, hay otros productos como medicamentos orales (cotrimoxazol, ivermectina) o locales como champú de dimeticona al 4%. En estos casos es preferible consultar con un profesional que le asesore.
Existen tratamientos en diferentes regiones basados en plantas, como el aceite de árbol del té, coco y diversas plantas aromáticas. Su eficacia y toxicidad dependerán de los preparados que se utilicen.
Los piojos aparecen en cualquier ambiente y no se relacionan con tener peor higiene.
Por ello, basta con mantener unos hábitos de aseo adecuados. Si el niño comienza con molestias en la cabeza, buscar si la causa son los piojos y, si los tiene, tratarlos.
No hay que utilizar tratamientos preventivos a base de lociones o colonias para parásitos si el niño no está infectado. Sólo se utilizará el tratamiento si se descubre que tiene piojos.
No se debe prohibir a los niños que vayan al colegio y el niño infectado puede volver al colegio tras el tratamiento.
La parasitación de las pestañas se produce por el piojo del pubis (ladillas), no por el de la cabeza. Se trata aplicando vaselina en pomada, 3-4 veces al día, durante 8-10 días y eliminándolos manualmente. La familia deberá recibir tratamiento para eliminar el piojo causante.
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