SAN CRISTÓBAL.- Son 12 las víctimas de la explosión de San Cristóbal que aún están pendientes por identificar. Así lo reiteran sus parientes, quienes recibieron el informe de las autoridades y donde se les comunicó que en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) reposan cuatro restos, que no son compatibles con los reclamantes.
Ante este informe, los familiares exigen la entrega de las actas de defunción.
Sin esperanza se encuentran los parientes de las 12 personas que están desaparecidas o no han sido identificadas, los cuales al recibir el informe oficial, se les indicó que estos deben aportar muestras de otro familiar con vínculo genético cercano para continuar con el proceso.
Andrea Mateo, pariente de una de las víctimas, dijo: “Nos llevamos tremenda decepción. Lo que nos dijeron que no íbamos a encontrar nada, nos quitaron hasta la más mínima simple esperanza que tuviéramos de encontrar aunque sea un hueso de mi hermana”.
Julio Dipré, padre de una de las víctimas, expresó: “Luego de escuchar ese ultimátum del INACIF, hemos quedado consternados e impotentes. ¿A quién le reclamamos?”.
A los allegados se les notificó que al 27 de septiembre se habrían realizado 37 levantamientos de cadáveres y segmentos corporales; mediante las pruebas de comparación de ADN realizadas se identificaron 10 y se entregaron nueve.
De igual forma, se les detalló que un segmento corporal identificado no ha sido retirado por los familiares. Asimismo, se indicó que de los cuatro segmentos que permanecen en la morgue, tres de ellos se les ha extraído muestra, pero no han sido compatibles con los familiares que reclaman la desaparición de personas contenidas en la lista vínculada al siniestro.
Andrea agregó: “dijeron que la explosión y expansión, muchos cuerpos se desintegraron y al estar desintegrados, un pedazo de carne se quema más rápido que un cuerpo entero, que eso fue lo que pasó y que ellos no han cerrado el caso. Pero que era mejor no tener esperanza ya que los huesos lo acotejan con el ADN de nosotros y que en ningún momento tenían coincidencia… me resulta raro tantos huesos y no ser de nadie”.
Además, a los familiares se les comunicó que no ha sido posible la extracción de muestra para prueba de ADN a un segmento corporal, debido a que corresponde a una víscera intestinal hueca, con un marcado deterioro.
Juana Mateo, madre de una de las víctimas, manifestó: “Yo no he sabido si mi hijo vive o si muere, no estoy conforme”.
Francisco Mateo, hermano de una víctima, dijo: “Nosotros no tenemos paz, comemos porque hay que hacerlo. Ni un dedo, ni una mano, nada y no veo el apuro como que se está haciendo algo.
Indicaron que las autoridades les recomendaron aportar muestras de otro familiar que tenga vínculo cercano desde el punto de vista genético. Ante esa situación piden a las autoridades entregar las actas de defunción que certifiquen su deceso.
Andrea siguió diciendo: “porque nosotros sabemos que nuestros familiares estaban allí, sabemos que no van a regresar. Pero hay papeleo que hacer, Mi familia tenía negocios.
Los parientes de las víctimas tienen pautado para el domingo realizar las honras fúnebres de sus seres queridos.
Julio Dipré añadió: “Hacerle algo a nuestro pariente aunque podemos llamarle el funeral de la tumba vacía. El domingo lo que nos resta es llevar una foto y flores a una tumba vacía.
Onorina Matías, madre de una víctima, lamentó: “Me han dado una noticia muy cruel, no han encontrado nada de mi familia, estamos devastados”.
Para este martes los afectados realizarán una rueda de prensa en la extensión de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) de San Cristóbal, con el objetivo de exigir el esclarecimiento del hecho.
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