SANTO DOMINGO.- Tres de los imputados por el presunto entramado de corrupción desvelado mediante la Operación Coral buscan este martes la variación de las medidas de coerción en la Corte de Apelación, en espera del comienzo del juicio preliminar por el desvío de más de 3,000 millones de pesos de los fondos del Estado.
El coronel Rafael Núñez de Aza, considerado el cerebro financiero del supuesto entramado, comparece junto al coimputado Alejandro Montero Cruz ante la Tercera Sala Penal de la Corte de Apelación, mientras que el hijo de la pastora Rosy Guzmán, el cabo Tanner Flete, comparece ante la Segunda Cámara.
Previo a la audiencia, el titular de Procuraduría Especializada de Persecución a la Corrupción Administrativa (Pepca), Wilson Camacho, aseguró que no hay elementos suficientes para que se varíe la prisión preventiva a los imputados, tras insistir en que el Ministerio Público tiene cada vez más pruebas en contra de los procesados y bienes incautados.
De su lado, el abogado del coronel Núñez de Aza, Félix Portes, reiteró que hasta ahora las autoridades no han presentado pruebas que involucren a su cliente con el supuesto pago de nominillas en el Cuerpo Especializado de Seguridad Presidencial (Cusep).
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