SANTO DOMINGO.- La costumbre de consumir alimentos preparados por vendedores ambulantes se ha mantenido, pese a los casos de cólera confirmados en el país, aseguran las personas que trabajan durante el día en la calle.
Mientras, algunas familias insisten han tenido que reforzar las medidas sanitarias en sus hogares para prevenir la enfermedad.
El día a día trabajando en la calle o lejos de sus hogares, obliga a algunos ciudadanos a consumir desayunos, almuerzos y hasta la cena a la intemperie, preparados en estufas móviles por vendedores ambulantes.
Confiando en la higiene que a simple vista observan desde las vitrinas improvisadas que ubican los vendedores en algunas aceras para ofertar sus productos, las personas acuden a consumir los alimentos pese a los casos de cólera registrados en el país, con mayor incidencia en los sectores como La Zurza y Villa Liberación.
Apuestan a que un lavado de manos antes y después de comer, es suficiente para prevenir la enfermedad.
Para mantener el puesto libre de contaminación, los vendedores prefieren elaborar parte de las comidas en sus casas y así acumular menos residuos cerca de sus exhibidores.
Además de estos negociantes que han tenido que implementar nuevos métodos para mantener la higiene durante la preparación de sus productos, algunas familias aseguraron que han reforzado las medidas sanitarias en sus hogares, a fin de prevenir el contagio de la bacteria.
Con el propósito de detener la expansión del cólera, Salud Pública ha instalado carpas móviles para inmunizar a la población vulnerable de los sectores La Zurza y Villa Liberación, donde se han detectado casos de la enfermedad.
Al tiempo que avanza lenta la vacunación contra el cólera en los barrios donde se han detectado casos, varios ciudadanos provenientes de esos sectores reciben atenciones medidas ya que presentan síntomas de la enfermedad
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