En las últimas sesiones, los operadores han tenido la vista puesta en la guerra entre Ucrania y Rusia y un posible acuerdo de paz entre ambos países.
Nueva York. – El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) subió este miércoles un 1.2 %, hasta los 58,65 dólares por barril, mientras los inversores se mantienen atentos a la guerra en Ucrania y a un posible exceso de oferta de crudo.
Al cierre de la sesión en la bolsa de Nueva York, los contratos de futuros del WTI para entrega en enero sumaron 0,7 dólares respecto al cierre de la jornada anterior.
El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que su equipo ha logrado “avances significativos” para poner fin al conflicto que ya se ha prolongado por más de tres años. Asimismo, señaló que desea reunirse pronto con sus homólogos Volodímir Zelenski y Vladímir Putin, pero solo cuando el plan de paz sea “definitivo”.
Por otra parte, las reservas comerciales de petróleo en EE.UU. aumentaron la semana pasada en 2,8 millones de barriles, según la Administración de Información Energética (EIA).
El repunte de los precios se da pese a múltiples presiones a la baja, incluyendo el aumento de reservas, la posibilidad de exceso de oferta, la producción constante de la OPEP+ y los avances diplomáticos entre Rusia y Ucrania.
Según el analista Antonio Di Giacomo, de la firma XS.Com, aunque los precios del Brent y del WTI se han estabilizado temporalmente, las perspectivas a corto y medio plazo siguen inclinándose a la baja.
La evolución del precio del petróleo depende en gran medida de la relación entre oferta y demanda global: cuando la demanda supera a la oferta, los precios tienden a subir; si la oferta es excesiva o la demanda se debilita, los precios suelen bajar.
También influyen factores como las tensiones geopolíticas conflictos o crisis en regiones productoras, la producción de países miembros y no miembros del cartel OPEP+, los niveles de reservas y almacenamiento de crudo, y cambios en la demanda derivados del crecimiento económico o avances hacia energías alternativas.
Además, la evolución de la tecnología de producción y extracción, así como variables macroeconómicas (como el tipo de cambio, inversión global, políticas energéticas), pueden modificar los costos de producción y afectar directamente los precios del crudo.