Por Héctor de la Cruz
SANTO DOMINGO.– Tras sufrir un accidente de tránsito que lo dejó postrado en una silla de ruedas, un hijo y su madre viven gracias a la caridad de los vecinos que en la medida de sus posibilidades tratan de socorrer en algunas necesidades.
Hace unos tres meses, Gilberto Feliz salía como cada día en busca del sustento de él y su madre cuando fue atropellado por un carro ocasionándole lesiones graves.
Me siento incómodo porque soy su única ayuda, al no poder recurrir a su llamado es algo difícil, se lamentó Feliz.
Y es que su madre de 73 años casi no puede articular palabras y necesita cuidados especiales, ya que tiene una lesión en la columna que le impide caminar o realizar cualquier actividad sin la ayuda de alguien.
María Abad es una vecina de esta familia que junto a otros comunitarios tratan de paliar algunas de las necesidades.
Otra situación por la que atraviesa esta madre y su hijo es que viven en una vivienda alquilada y deben unos tres meses de renta.
La familia reside en la calle Pedro Henríquez en el sector la Esperanza en Cruz Grande, Santo Domingo Norte.
Si usted desea solidarizarse con este caso, puede comunicarse al teléfono 829-970-0986 con María Abad.
Gilberto afirma que aunque tiene muchas necesidades, su mayor preocupación es no poder cuidar de su madre como lo hacía antes.
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