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Batalla Electoral 2024

PLD: Monstruo con pies de marketing

¡Atención!: Los pies de la dictadura pelediana no son de barro, pero sí de marketing made Joa Santana y otras recetas parecidas.

Esa dictadura existe y ciertamente quiere perpetuarse.

No hay dudas de que la corporación que lleva por nombre Partido de la Liberación Dominicana-PLD concentra mucho poder institucional y un gran poder económico.

Cuenta con una enorme capacidad para hacer trampa y fraudes de todos los calibres frente a una oposición tradicional a todas luces blandengue, electoralista y amarrada a la corruptela política imperante.

  • Debilidades esenciales.

Todo eso es verdad, pero es falso que su situación y sus posibilidades puedan asemejarse a la del PRI mexicano de principio y mediado del siglo XX.

Más que en un partido-Estado consolidado, con mística y consenso abrumador, el PLD ha devenido en una especie de compañía por acciones, dividida en dos grandes gavillas empresariales y muchas otras pequeñas; sin prestigio, sin autoridad bien ganada, con elevado descredito social, erosionado por la privatización de la política y del patrimonio público…

Es una fuerza en descomposición, sustentada más en debilidades ajenas que en fortalezas  propias. Una de las piezas carcomidas de un partidismo decadente, la que por ser más joven ha tardado más en deteriorarse.

  • Dictadura civil desde un Estado decadente.

Su dictadura es sobretodo civil y político-institucional, no militar, dado que los cuerpos armados están peores que el propio PLD y que los partidos que los manipulan: divididos, corrompidos, corroídos por la cultura neoliberal, despojados del fanatismo anticomunista y de recursos reemplazante, asociados a la delincuencia civil estatal y privada.

La dictadura morada es fundamentalmente civil en un periodo en que las instituciones civiles del Estado son débiles, mercantilizadas y altamente desacreditadas: partidos, congreso, sistema judicial, sistema electoral, gobierno central… En un periodo en que queda poco del Estado regulador, convirtiéndose más bien en maquinaria al servicio de lo privado y de lo individual dentro del proceso de administración del patrimonio nacional y del quehacer político.

El Estado en que está montado el PLD está muy lejos de ser un Estado integralmente fuerte, resistente tanto a las embestidas del lucro privado como a eventuales mareas populares. A lo que se  suman sus dificultades como aparato político.

  • El rol de la alienación electoral.

La cúpula del PLD gravita, somete, domina… potenciando la ignorancia, manipulando la pobreza, clientelizando la ciudadanía, reemplazando la realidad, construyendo lo virtual en asociación con nuevas y viejas formas de acumulación originaria y ampliada de capital, con nuevos métodos de alienación.

La dictadura morada es relativamente fuerte en un escenario electoral plagado de clientelismo supremo, sobornos, tráfico y trampas reales y virtuales.

Uno de sus fuertes es el despliegue, con tecnología de punta, del marketing político y sus especialidades en la creación de burbujas y globos para inflar el puntaje electoral; articulado siempre a la espectacularidad en el ejercicio de las funciones de Estado proyectadas a un mercado de votantes dentro de mecanismos electorales controlados.

Pero ese eficaz impacto enajenante del marketing podría tornarse más frágil que el barro cuando en lugar de acogernos a los escenarios bajo su égida y a una institucionalidad vaciada de democracia, decidamos recurrir fundamentalmente a la democracia de calle y al accionar desde fuera de las instituciones y contra ellas, politizando la insubordinación.

Esta dictadura, más blanda que dura, pero en realidad dictadura, no solo es difícil de desplazar por la vía de una votaciones maleadas, sino que su desplazamiento a favor de su principal competidoras dentro de un sistema político oligopolizado (diseñado para darle poder a dos o tres partidos de igual talante, subordinar a los demás y marginar a las fuerzas realmente alternativas), tampoco sería garantía de cambio real.

Una opción de ese tipo más bien serviría para legitimar la reelección con un polo seudo-opositor (Partido Revolucionario Moderno-PRM-CONVERGENCIA) y, eventualmente, aun frente  a su hipotética- cuasi ilusoria-derrota y ese tipo de relevo, podría ser muy útil para su posterior rehabilitación política como aconteció con el caso Partido Revolucionario Dominicano-PRD y Partido Reformista Socialcristiano- PRSC de Balaguer.

  • Apostar a la liquidación de este sistema de partidos y este viciado marco electoral.

A las izquierdas  y fuerzas transformadoras de verdad…

Al cambio necesario, aquel que aborde la raíz del problema, le conviene que el PRSC y el PRD estén en proceso de extinción.

Le convendría que el PRD  y el viejo  bipartidismo no reencarnen a través del fortalecimiento del PRM y sus socios.

Le convendría que el sistema tradicional de partidos se siga hundiendo…

No hay hacer un cuco de una fuerza decadente, de una dictadura endeble y carcomida.

Que el PLD -azotado por esa misma crisis- se quede de último y solo, no nos debe asustar, pues se trata de un “uni-partidismo estatal” con todas las debilidades descritas, en franca pendiente al basurero; con alto grado de efervescencia social en el país (¡cuántas provincias en huelga y cuántas protestas sucesivas!), con tendencia a la ingobernabilidad, con posibilidades de crear -desde las indignaciones y movilizaciones ascendentes- nuevas fuerzas opositoras-transformadoras; opositoras al gobierno y al sistema.

Independientemente de las próximas votaciones, ni antes, ni durante, ni después de los comicios del 2016, esta dictadura pareciera tener chance para fortalecerse. El PLD no es ya ni sombra de lo que fue en 1996 y en el 2004. El nuevo desafío es encontrar la vía para que se desmorone y esa, ahora, no parece ser la vía electoral.

La vía que podría ayudar a ese proceso es la calle, la democracia de calle, la creación de contrapoder paralelo; desde un proceso y una propuesta abierta hacia la construcción de la Asamblea Constituyente Popular y Soberana para cambiarlo todo: Constitución, modelo político, Estado, instituciones, estructuras sociales y económicas, culturas dominantes y dinámicas de empobrecimiento y destrucción del ambiente y de el ser humano.

Y esto hay que comenzarlo a hacerlo ya, para que aun se imponga el continuismo morado, como se impuso Danilo en el PLD, esa corporación corrompida se siga debilitando hacia el desplome.

El tigre no es de papel, pero tiene mucho de virtual.

El monstruo no tiene los pies de barro, pero sí de marketing, ahora apelando al seudo-nacionalismo y a la haitiano-fobia.

Ni el León era tan fiero, ni el tigre que lo reemplaza tan “verdugo”.

Trujillo y Balaguer, fuertes tragedias tiránicas (también con el racismo y el anti-haitianismo a cuesta), solo pueden reproducirse como farsas.

El Siglo XXI, por más que zapateen los representantes del pasado, no podrá ser un siglo de tiranías estables… si impulsamos las tendencias, métodos y propuestas dirigidas a superar un sistema afectado por una crisis terminal.

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