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Batalla Electoral 2024

PLD y el tres por dos

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Si en política se hiciera sicoanálisis, la boleta del PLD para las elecciones de 2012 constituiría un campo fascinante. Han sido muchos los entuertos que han tenido que desmadejar para convencer al pueblo de que Leonel Fernández apoyará a Danilo Medina. El divorcio en las primarias de 2008 ha devenido en matrimonio forzado para las elecciones de 2012.

Sorprendente, porque Medina hizo carrera política como máximo estratega del PLD. Pero su decisión de enfrentar al Presidente en las primarias de las elecciones de 2008 mostró serios errores políticos y derivó en distanciamiento.

Medina no comprendió que constitucionalmente Fernández podía repostularse, y más aún, que el Presidente había sido ungido por Juan Bosch y Joaquín Balaguer, había conquistado un amplio segmento del electorado, y había articulado la mayor alianza de partidos de derecha a izquierda en la historia democrática dominicana.

Ante la derrota, y como consolación, Medina declaró que le había vencido el Estado. Buscó liberarse así de su grave error político, y a ese error sumó el distanciamiento del presidente Fernández. No participó en la campaña de 2008 ni asumió ningún cargo público posteriormente.

Entre 2008 y 2010, algunos analistas albergaron la idea de que Medina cuajaba un proyecto alternativo y se presentaría como un candidato fresco en la contienda de 2012; pero no sucedió así.

Aunque alejado de Fernández y de las funciones públicas, Medina no impulsó un proyecto alternativo. Mientras invernó, su liderazgo se opacó y perdió poder en el partido y en el congreso. El Presidente, por el contrario, ganó poder en todas las instancias del poder público.

Cuando Leonel Fernández albergó la idea de una tercera repostulación, o por lo menos dejó que sus seguidores la albergaran, la candidatura de Medina permaneció en suspenso. Fue sólo cuando el Presidente renunció a una nueva reforma constitucional que la candidatura de Danilo Medina arrancó.

Y aún ahí se produjo una nueva estocada: la sorpresiva nominación de Margarita Cedeño como precandidata en la asamblea del Comité Central del PLD para formalizar las precandidaturas. Obligada a renunciar ante la furia de viejos líderes peledeístas vinculados a Medina, el camino finalmente se despejó para la proclamación del otrora estratega del PLD.

El drama sico-político continuó porque permaneció la duda en el pueblo y entre los leonelistas de si Fernández realmente apoyaría a Medina.

El Presidente le dio el abrazo protocolar en un evento donde disertaba a dirigentes peledeístas sobre los grandes problemas económicos del mundo. Pero el bajo nivel de entusiasmo de los asistentes captado en pantalla, dejó la interrogante irresuelta.

Luego, en la proclamación de Medina estuvo ausente la Primera Dama. Sorpresa, porque ella era pieza clave para insinuar o formalizar el pacto electoral Fernández-Medina.

Para seguir despejando dudas, Leonel Fernández declaró en Nueva York que la candidatura de Medina estaría bien posicionada una vez el gobierno comenzara el bacheo de calles y la repartición de comida. Luego dijo que su esposa sería una buena vicepresidenta.

La esperada presentación de Margarita Cedeño como compañera de boleta la semana pasada fue el último episodio de la telenovela presidencial para remover dudas de apoyos, satisfacer a los más leonelistas para que se unan con entusiasmo a la campaña, salpicar la candidatura de Danilo Medina de energía y carisma, y sellar la presencia de Leonel Fernández en la boleta misma vía su esposa.

Con este arreglo, el PLD presenta una boleta tres por dos y afianza la certeza entre sus seguidores de la continuidad del proyecto político actual en vez de la ilusión del cambio.

 

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