Redacción internacional.- Un error en la identificación de una víctima fatal en un accidente de tráfico en Staten Island, Nueva York, ha sumido a dos familias en un proceso de duelo y confusión. El incidente ocurrió el pasado 30 de octubre en la intersección de Hyland Boulevard y New Dorp Lane, alrededor de las 22:30 horas. Según informó el abogado Glen Devora a NBC News, la familia de Sheila Nagengast fue notificada erróneamente de que su hermana, Denise Owens, había fallecido tras ser atropellada. Sin embargo, la confusión fue aclarada 36 horas después, cuando se confirmó que la verdadera víctima era Justine Pérez, de 37 años.
El Departamento de Policía de Nueva York (NYPD, por sus siglas en inglés) reconoció su error en la identificación inicial de la víctima. En un comunicado dirigido a NBC News, la policía explicó: “Durante el curso de nuestra investigación inicial, el NYPD identificó incorrectamente a la víctima de una colisión vehicular fatal”.
La declaración incluyó una disculpa a ambas familias por la angustia causada, aclarando que se llevó a cabo un nuevo proceso de identificación para notificar a la familia correcta. Sin embargo, el NYPD no proporcionó detalles sobre cómo ocurrió la confusión ni las razones por las que contactaron inicialmente a la familia equivocada.
El accidente involucró a un joven de 18 años que conducía un Nissan Maxima y que permaneció en el lugar de los hechos tras el impacto. Aunque no se han realizado arrestos, la investigación sobre el incidente continúa abierta. La víctima fue declarada muerta en el Hospital Universitario de Staten Island.
En medio de la confusión inicial, la familia Nagengast pasó por un proceso de duelo anticipado, incluyendo la notificación a otros miembros de la familia y a los hijos de Owens, informó el abogado Glen Devora. Incluso se iniciaron los preparativos para un funeral antes de que la identidad de la víctima fuera corregida.
El error en la identificación ha generado dolor no solo en la familia Nagengast, sino también en la familia de Justine Pérez, quienes enfrentan la pérdida de su ser querido en medio de la incertidumbre inicial sobre su fallecimiento. Devora declaró que la familia de Pérez está “en el proceso de planificar un funeral”, mientras expresaba la frustración de ambas familias ante la falta de explicaciones sobre cómo ocurrió la confusión.
La crítica de los familiares se enfoca tanto en la falta de claridad sobre el error como en los procedimientos de comunicación del NYPD, que no lograron evitar la confusión. La respuesta de las autoridades ha sido objeto de escrutinio por extender la angustia de ambas familias.
La cobertura mediática de este caso ha puesto de relieve fallos significativos en los procedimientos de notificación y comunicación de las autoridades. La comunidad en Staten Island ha expresado su preocupación y sigue de cerca el desarrollo de esta investigación. Organizaciones locales y representantes de la comunidad han pedido que el NYPD revise sus protocolos de notificación y adopte medidas correctivas para evitar que errores similares se repitan.
Este incidente destaca la importancia de los procedimientos rigurosos de identificación de víctimas y plantea preguntas sobre la eficiencia de los procesos actuales del NYPD en situaciones de alta sensibilidad. Las familias afectadas esperan respuestas y una revisión exhaustiva de los protocolos, con el fin de asegurar que futuras notificaciones se realicen con mayor precisión y cuidado.
Mientras continúan las investigaciones, el NYPD enfrenta crecientes demandas de la comunidad y de los familiares para aclarar los hechos y evitar futuros errores de identificación. La comunidad de Staten Island permanece consternada y en espera de que se tomen medidas concretas para mejorar los sistemas de notificación en tragedias de este tipo.
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