Politóloga señala los desafíos que el PRM debe superar para continuar en el poder

Santo Domingo.– La politóloga Rosario Espinal planteó que el Partido Revolucionario Moderno (PRM) tiene posibilidades reales de mantenerse en el poder más allá de 2028, aunque dejó claro que no se trata de un escenario automático ni garantizado, sino condicionado a factores políticos clave que el oficialismo deberá manejar con extremo cuidado en los próximos años.

Durante su participación en el programa El Despertador, Espinal explicó que, en el contexto dominicano, los presidentes suelen conservar altos niveles de aprobación, salvo que ocurra una crisis económica profunda. Esa valoración positiva de la figura presidencial, señaló, tiende a favorecer al partido gobernante, lo que coloca al PRM en una posición competitiva de cara al próximo ciclo electoral.

No obstante, la politóloga subrayó que esa ventaja inicial puede diluirse si el partido no supera tres pruebas fundamentales. La primera de ellas es la contienda interna por la candidatura presidencial.

Espinal recordó que todos los partidos que han gobernado en la República Dominicana —reformistas, PRD y PLD— han tenido serias dificultades para manejar la sucesión sin fracturas. En ese sentido, advirtió que si el PRM no logra un proceso interno relativamente armonioso, podría enfrentar un problema político de grandes proporciones.

El segundo factor crítico, según Espinal, es el manejo de los escándalos de corrupción. Recordó que el PRM llegó al poder con la lucha anticorrupción como su principal bandera y fuente de legitimidad. Por ello, alertó que cualquier percepción de que ese compromiso se debilita o "se le va de las manos" al partido tendría consecuencias políticas severas, especialmente en un segundo período de gobierno, donde históricamente tienden a aflorar conflictos acumulados.

Espinal fue enfática en señalar que el caso Senasa marcó un punto de inflexión, al tratarse de una situación que la ciudadanía personaliza de manera directa, vinculándola a dificultades reales para acceder a servicios de salud y medicamentos.

Ese tipo de escándalos, explicó, genera un impacto político mucho más profundo que otros casos que no afectan de forma tan inmediata la vida cotidiana de la población.

El tercer elemento que podría complicar la permanencia del PRM en el poder es el nivel de insatisfacción social. Aunque reconoció que ya existe malestar por la lentitud en obras públicas, la calidad de los servicios y el bajo crecimiento económico.

Espinal sostuvo que ese descontento, por sí solo, no necesariamente se traduce en un rechazo político decisivo. Sin embargo, advirtió que, si se acumula y se combina con conflictos internos y escándalos éticos, el escenario puede tornarse adverso.

A su juicio, la división entre el PLD y la Fuerza del Pueblo dificulta que el descontento con el gobierno sea capitalizado de manera efectiva. No obstante, aclaró que esa ventaja no es permanente y podría reducirse si el oficialismo continúa ofreciendo "razones en bandeja de plata" a sus adversarios.

Finalmente, Rosario Espinal concluyó que el futuro político del PRM dependerá menos de la inauguración de grandes obras y más de cómo maneje sus tensiones internas, el tema de la corrupción y la percepción ciudadana sobre su desempeño.

En ese equilibrio, dijo, se jugará la posibilidad real de que el partido continúe en el poder después de 2028.

Caso Senasa

En ese contexto, Rosario Espinal identificó el caso Senasa como el punto de quiebre del año político para el gobierno. Explicó que hasta antes de que estallara ese escándalo, el PRM y el presidente Luis Abinader transitaban un 2025 políticamente favorable, aun con bajo crecimiento económico, tensiones internacionales y cierta insatisfacción social acumulada.

La politóloga señaló que el tema comenzó a adquirir verdadera dimensión política cuando pasó del debate opositor a la opinión pública, y luego al Ministerio Público, momento en el que empezaron a surgir informaciones, investigaciones y señalamientos concretos. A partir de ahí, dijo, el caso copó la agenda nacional y se convirtió en el principal tema de conversación política del país.

Dijo que a diferencia de otros casos de corrupción, explicó, este toca áreas sensibles como el acceso a medicamentos, tratamientos médicos, hospitales públicos y servicios de salud, lo que provoca una reacción emocional mucho más fuerte en la ciudadanía.

"Cuando la gente personaliza un problema, el daño político es mayor", sostuvo Espinal, al explicar que situaciones como no conseguir un medicamento de alto costo o no recibir atención médica adecuada generan una percepción inmediata de injusticia y abandono. Esa visceralidad, afirmó, convierte el caso Senasa en un factor de alto riesgo para el gobierno.

La politóloga también subrayó que el expediente aún no está cerrado y que el propio proceso judicial podría extenderse con nuevas revelaciones. En ese sentido, advirtió que la magnitud final del impacto político dependerá de hasta dónde llegue la investigación y de si surgen nuevas evidencias o implicaciones adicionales.

Espinal sostuvo que este tipo de escándalos adquieren mayor peso en un segundo período de gobierno, donde suelen aflorar problemas acumulados del pasado. Por ello, alertó que si el caso Senasa se profundiza o se suman otros episodios similares, el PRM podría ver erosionada la principal base de su legitimidad: el discurso de transparencia y lucha contra la corrupción.

En conclusión, Rosario Espinal dejó claro que Senasa no es un episodio aislado, sino un elemento central para entender el deterioro del clima político del 2025 y un factor determinante en las posibilidades del PRM de mantenerse en el poder hacia 2028, dependiendo de cómo evolucione y cómo sea manejado por el gobierno.