I.- La sociedad humana se fortalece con la buena formación de sus integrantes
1.- Los padres deben hacer comprender a sus descendientes, que es de singular importancia mantener un buen comportamiento en el medio donde viven, porque de sus actuaciones va a depender el lugar a ocupar en el mañana, la trascendencia de cómo será valorada su persona.
2.- La dignidad se logra actuando con calidad; demostrando nobleza, que es la que da al individuo certera determinación de un ser humano con crédito para servir de buen ejemplo.
3.- Es aleccionador infundir en los niños y en las niñas, que es de bien para el futuro de su vida, apropiarse de las ideas que van a servirles de guía en sus buenas actuaciones. En la medida que las personas se adiestran para accionar correctamente contribuyen a poseer una manera de ser que caracteriza su personalidad con condiciones de alto concepto.
4.- El beneplácito, la buena aceptación del ciudadano por su comunidad, solamente la puede obtener satisfactoriamente cuando ha sido fruto de su existencia meritoria.
5.- La sociedad se fortalece en la medida que sus miembros se preocupan por una sólida formación educativa, la que con el tiempo hace posible los conocimientos para desenvolverse correctamente en el medio social.
6.- El hombre o la mujer que alcanza una adecuada instrucción cumplirá fielmente con sus deberes cívicos, por el modo de comportarse con seriedad y compostura, exhibiendo así responsabilidad de civilidad ante los demás.
7.- La realidad está demostrando que en el ambiente dominicano no abunda la persona con la capacidad necesaria para con elegante proceder a hacer sentir complacido a aquellos con quienes comparte, porque agradar, contentar está en el alma de los que son inclinados a la ternura con delicadeza.
8.- La persona sensible la conocemos actuando, dejando ver lo fino de sus sentidos, algo que no está en aquel que con su accionar solo sirve para generar sentimientos de dolor.
9.- En la medida que la sociedad humana prepara bien a sus integrantes, hace posible contar con aquellos que van a servir de ejemplo ennoblecedor.
10.- La falta de dignidad en muchos de los nuestros ha contribuido a la degradación que hoy observamos, y que nos coloca en una situación humillante que nos envilece como pueblo civilizado.
11.- Si los grupos dominantes en el orden económico, político y social, no se han interesado por formar niñas y niños con fina y correcta educación, no podemos esperar contar en el mañana con ciudadanos y ciudadanas de agradable trato.
II.- Un orden social injusto daña al ser humano
12.- Un ordenamiento social injusto, con taras de toda índole, y con un sistema educativo que no reúne las más mínimas condiciones para formar adecuadamente a personas íntegras moralmente, va a contar con una comunidad de individuos de carácter no franco.
13.- La sencillez, el proceder espontáneo, es fruto de una instrucción orientada a desarrollar ideológicamente a grupos sociales que en el trato mutuo se comporten sin altanería, libres de fanfarronería y arrogancia.
14.- Las personas finas en sus actuaciones manifiestan toda una serie de conductas que en el curso de su existencia las condicionan a comportarse de buena forma.
15.- Pero lo que en su proceder revelan amplios segmentos de la sociedad dominicana, es el resultado de haberse formado en un ambiente propenso a condicionar al individuo, para que esté lleno de indignación, cargado de rabia y atraído por la saña.
16.- Allí donde predominan las injusticias, está presente el arrebato, no la calma; la vesania, no la cordura. Las rígidas estructuras conforman a seres humanos inclinados a la dureza, no al trato refinado.
17.- De igual manera, una persona con tendencia a la realización de acciones repugnantes solo existe donde no se ha educado. La educación general, la formación integral del individuo, hace posible contar con una colectividad libre de vicios.
18.- Acostumbrarse a actuar con maldad no surge de un momento a otro, y la frecuencia como ocurren aquí hechos abominables prueba que estamos viviendo en una sociedad averiada y con personas dañadas.
19.- El ambiente en el cual vivimos constituye un viacrucis, un padecimiento prolongado para lo que no está condicionada la especie humana.
20.- Si como país civilizado creíamos haber superado el atavismo histórico que nos ligaba a la barbarie, con el proceder de algunos de nuestros paisanos hemos retrocedido, volviendo a etapas superadas, reculando a lo que creíamos un nunca más.
21.- Constituye una necesidad de primer orden, relevar la base material que sirve de sostén al vigente orden social, que es el que genera los vicios que han hecho de muchos de los nuestros entes sociales que no ajustan sus actos a normas de buen vivir, con inconductas que revelan la degradación que está haciendo el ambiente difícil para convivir.
22.- Corresponde a los mejores hombres y mujeres del país, comenzar con decisión, firmeza, laboriosidad y entusiasmo, a sentar las bases sobre las cuales debemos levantar un nuevo modelo económico y social, para así contar con un material humano poseedor de una concepción de la vida, la ética y la moral que ponga por delante el correcto proceder con relaciones humanas armoniosas y libres de perversidades.
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