Las imágenes más cercanas del cometa fueron tomadas en octubre por la cámara HiRISE del orbitador de la NASA en Marte, cuando el astro se aproximó a 30 millones de kilómetros del planeta rojo, según reveló la agencia gubernamental estadounidense.
Miami (EE.UU.) – La NASA publicó este miércoles las primeras imágenes del cometa 3I/ATLAS, el tercer cuerpo interestelar conocido que atraviesa nuestro sistema solar. Su estudio permitirá a los científicos ampliar el conocimiento sobre la composición de otros sistemas estelares.
Las fotografías más cercanas fueron tomadas en octubre por la cámara HiRISE del orbitador de la NASA en Marte, cuando el cometa se acercó a 30 millones de kilómetros del planeta rojo. En las imágenes se observa una tenue mancha sobre un fondo negro que corresponde al cometa.
Otras fotos captadas por el róver Perseverance muestran el cometa de forma difusa avanzando entre las estrellas.
"Vino de un entorno diferente al nuestro y ya estamos apreciando diferencias muy interesantes con respecto a los cometas de nuestro sistema solar", señaló Nicky Fox, administradora asociada de la NASA, en conferencia de prensa.
Fox agregó que el cometa no representó ningún peligro para la Tierra, ya que pasó al doble de la distancia que nos separa del Sol. Sin embargo, su observación desde nuestro planeta fue complicada, dado que se encontraba en el lado opuesto del Sol durante su punto más cercano.
Gracias a los instrumentos en Marte, la NASA pudo estudiar el cometa con mayor detalle.
La observación contó con la participación de diversos telescopios, incluidos los más potentes de la NASA, como el Hubble y el James Webb.
El 3I/ATLAS es el tercer cuerpo interestelar detectado por los científicos, después del cometa 1I/Oumuamua en 2017 y del 2I/Borisov en 2019. Según Fox, este tipo de descubrimientos se ha vuelto más común gracias a las nuevas tecnologías que facilitan su identificación.
El cometa fue descubierto el 1 de julio por el telescopio ATLAS, ubicado en Río Hurtado, Chile. Inicialmente se esperaba que fuera demasiado tenue para observarlo, pero su brillo aumentó lo suficiente y se hizo visible.