Por Sandy Cuevas
Santo Domingo.- Aunque saludan la intención del gobierno de impedir que borracheras se conviertan en tragedias durante el asueto de Semana Santa, empresarios del sector servicios en las playas aseguran que la prohibición de fiestas durante el feriado les provocará pérdidas porque ya habían hechos inversiones para recibir a los “Spring-breakers”.
Como un balde de agua fría dicen comerciantes de las playas Boca Chica, Playa Caribe y Juan Dolio que les cayó la prohibición de fiestas durante el asueto de Semana Santa.
Para los comerciantes la prohibición de las fiestas, se traduce en pérdidas cuantiosas, debido a que algunos tomaron dinero prestado para surtir sus negocios y poder brindar el servicio.
Vendedores de la playa Boca Chica afirmaron que los precios de los pescados se comercializan desde mil pesos en adelante, pero admiten que algunas personas que no forman parte de los comerciantes de la playa, se dedican a revender los platos elevando a los clientes.
El festejó consisten en colocar tarimas en las playas donde diversos artistas amenizan el evento, además los “privities” son aquellas fiestas supuestamente se celebran en casas o lugares cerca de los balnearios.
Algunos comerciantes entienden que la prohibición de las fiestas en la playa representa “buena medida”, pero debieron hacerlo con anticipación.
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