Este martes, la presidenta de dicha Comisión, la legisladora del oficialista Frente Amplio Patricia Kramer, destacó la importancia del hecho y dijo que esto significa ir cerrando un "larguísimo" proceso de trabajo.
MONTEVIDEO.— La Comisión de Salud Pública de la Cámara de Senadores de Uruguay aprobó este martes el proyecto de ley que busca legalizar la eutanasia, un paso clave para su tratamiento en el pleno del Senado, donde se discutirá el próximo 15 de octubre.
Este proyecto, conocido como la Ley de Muerte Digna, ya había sido aprobado en la Cámara de Diputados y está un paso más cerca de convertirse en ley.
Patricia Kramer, presidenta de la Comisión y legisladora del oficialista Frente Amplio, subrayó la relevancia del proceso y destacó que este avance cierra un "larguísimo" proceso de trabajo.
"Creo que fue un trabajo muy comprometido, muy serio y muy profundo el que se dio en la Comisión", comentó Kramer, quien también destacó que las discusiones fueron honestas y abiertas, permitiendo un debate "muy bueno" sobre un tema tan delicado.
A pesar de las contradicciones internas que generaron distintas perspectivas, la legisladora enfatizó la madurez política del país, destacando que los senadores, tanto del oficialismo como de la oposición, fueron capaces de dar una discusión intelectualmente honesta y comprometida.
El proyecto de ley pasará al pleno del Senado, donde, según se prevé, será aprobado por una amplia mayoría de legisladores de diferentes fuerzas políticas. Si se aprueba, Uruguay se convertiría en el tercer país de América en legalizar la eutanasia, después de Canadá y Colombia.
"Es reconfortante poder trabajar de esta manera", afirmó Kramer, quien añadió que el 15 de octubre se dará el ingreso al pleno del Senado para la votación final del proyecto.
El debate sobre la eutanasia ha sido intenso y ha involucrado reuniones con diferentes delegaciones, incluido el cardenal de la Iglesia Católica, lo que refleja la complejidad del tema y las posturas encontradas en la sociedad uruguaya.
Sin embargo, la cercanía de una votación favorable muestra el compromiso del país con un debate maduro sobre temas éticos y de derechos humanos.